La situación en Hawái debido a los implacables incendios forestales ha escalado más allá de una simple emergencia en cuestión de horas, según lo afirmó el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. En un discurso desde Utah, Biden anunció que su gobierno está trabajando con rapidez para controlar la devastación y brindar ayuda a los afectados.
«Estamos trabajando lo más rápido posible para combatir esos incendios y evacuar a residentes y turistas», expresó Biden, asegurando que no solo ofrece sus oraciones, sino también «todos los recursos que tenemos estarán disponibles para ellos».
La declaratoria de catástrofe permitirá que las personas afectadas por los incendios, especialmente en Lahaina, Maui, reciban subvenciones para viviendas temporales. Esto resulta crucial ya que informes preliminares indican que gran parte de esta histórica ciudad ha sido arrasada por las llamas.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) ha evaluado la situación como «una devastación generalizada». Biden anunció que elementos de la Guardia Costera estadounidense, así como de la Armada y el Ejército, serán movilizados para proporcionar ayuda.
La cifra de víctimas mortales debido a los incendios ha aumentado de 36 a 53 en menos de 24 horas. Lahaina, una ciudad histórica en Maui, es una de las áreas más afectadas. Los testimonios describen la devastación, y aunque el fuego está siendo contenido, las vías de comunicación bloqueadas dificultan las labores de rescate.
La declaratoria de desastre natural por parte de Joe Biden responde a la necesidad urgente de enfrentar la crisis. Aunque las autoridades no han confirmado la causa exacta de los incendios, se ha mencionado que los vientos generados por el huracán Dora y la baja humedad en Hawái contribuyeron a que los incendios se salieran de control.