En un giro sorpresivo, el aclamado director mexicano Alejandro González Iñárritu se encuentra en el ojo del huracán luego de que la veterana actriz María Rojo hiciera revelaciones explosivas sobre su comportamiento hacia los extras de su última película, «Bardo».
En una conversación franca con Jorge El Burro Van Rankin en YouTube, Rojo elogió el talento de Iñárritu, pero no dudó en señalar que su trato hacia los extras fue cuestionable. «Un genio no debe tratar mal a la gente», expresó Rojo, sugiriendo que el director cruzó una línea al crear un ambiente hostil en el set de filmación.
Los comentarios de Rojo arrojan luz sobre una faceta poco conocida del reconocido director, quien ha sido laureado con múltiples premios Oscar. Según la actriz, los extras de «Bardo» tomaron medidas extremas debido a los presuntos maltratos, incluso llegando a demandar al cineasta.
El impacto de estas acusaciones no se detuvo en el set de filmación. Rojo reveló que en una premiación, los extras expresaron su descontento hacia Iñárritu al chiflarle cuando este les agradeció por su participación en la película, un gesto que refleja la profunda indignación causada por su experiencia laboral.
Mientras tanto, en un tono más optimista, Rojo destacó el avance de las mujeres en la industria cinematográfica, señalando que la nueva generación de cineastas femeninas está dando forma a una nueva era en el cine. «Las mujeres han tenido una entrada en el cine, son otra generación», afirmó, destacando el papel fundamental que juegan las mujeres en la evolución de la industria.
Estas revelaciones arrojan interrogantes sobre la ética en la industria del cine y ponen de manifiesto la importancia de un ambiente laboral respetuoso y colaborativo en la creación cinematográfica. Mientras tanto, el mundo del cine observa con atención cómo se desarrolla esta polémica y las posibles implicaciones para el futuro del trabajo en el séptimo arte.