Un sujeto llegó, el jueves pasado, a una joyería del centro histórico de Puebla para pedir que le mostraran unos anillos, y gracias a las cámaras de seguridad, se pudo descubrir su verdadera intención.
El hombre aprovechó un pequeño descuido de la persona que le atendía para tomar los anillos que estaban en el mostrados y tragarlos, no conforme, después se se tragó dos más.
Al darse cuenta de que faltaban los anillos, la encargada le pidió apoyo al guardia del local, quien revisó exhaustivamente por todos lados al hombre, pero al no encontrar nada, lo dejaron en libertad.
Minutos después, fue cuando checaron las cámaras de vigilancia y se dieron cuenta de lo que realmente había sucedido, por lo que ahora piden el apoyo en redes sociales para localizarlo.
Aquí las imágenes de seguridad:
Ya lo dijo el famoso filósofo Franco Escamilla…