En Ogden, Utah, Ana Oosterhouse estaba festejando su cumpleaños junto a su hijo de siete años; todo era dicha y felicidad, hasta que la futura abogada se agachó para apagar clásicas velas en el pastel y su pelo comenzó a incendiarse.
Un mechón del cabello de la festejada comenzó a encenderse, y en un dos por tres, el fuego ya estaba prácticamente encima de uno de los costados de su cabeza. Así, la madre de seis hijos terminó con el cabello, cejas y pestañas, afortunadamente, nada de gravedad.
«Pensé que me iba a incendiar, quemarme todo el cabello y tener quemaduras graves. Mi reacción inicial fue obviamente que quería apagarlo, pero lo que más me preocupaba era asegurarme de que nadie más se incendiara (…) Se sintió como una experiencia extracorporal y realmente no me di cuenta de lo que estaba pasando (…) Estoy muy agradecida de que mi familia estuviera allí para sacarlo antes de que se quemara más», dijo la mujer. En este enlace puedes ver el video de lo que sucedió.