Fue en el 2015 cuando al pequeño Gabriel Marshall de 8 años originario de Kansas le diagnosticaron un tumor cerebral maligno, por esto tuvo que ser operado.
Después de esta operación le quedó una enorme cicatriz en la cabeza, cosa que al pequeño le bajó la moral y autoestima entonces, Josh su padre, hizo algo realmente sorprendente, pues se tatuó en la cabeza una imagen exacta a la cicatriz de su querido hijo.
Luego de hacerse el tatuaje, lo vio a los ojos y le dijo: «Hijo, ahora, si alguien quiere mirar, nos mirarán a los dos»
La imagen se hizo viral y ha recorrido el mundo apoyando tanto al niño como al padre, “Nunca imaginé que esta imagen se extendiera como lo ha hecho»… escribió Josh en su página de Facebook.
No se tu, pero este hombre debería ser nombrado «El Padre del Año» ¿no lo crees?