Quizá nadie había pensado que el no tener el sentido del olfato podría ser tan peligroso, pero esta historia nos lo demuestra.
Una gimnasta y campeona olímpica perdió su hogar después de que quedara consumido por un incendio; ella no se enteró del peligro que corría, pues no alcanzó a oler, ya que presentaba síntomas de COVID-19.
«Todavía no huelo después de COVID-19. Inmediatamente corrí hacia el dormitorio, pero ya estaba ardiendo», dijo Daria Shkurikhina al diario Komsomolskaya Pravda. Al parecer, la caída de una vela habría dejado sin hogar a la medallista de gimnasia rítmica.
Shkurikhina dijo a medios que solo se dio cuenta de que algo no andaba bien, cuando vio humo saliendo por el techo de la cocina, entonces salió corriendo de su departamento para pedir auxilio. Afortunadamente, sus vecinos ya se habían dado cuenta y llamaron a los bomberos.
«Sí, ahora entiendo que dejar un fuego abierto sin vigilancia es muy estúpido, pero nada se puede cambiar (…) ¡Sí, entiendo que pongo a la gente en peligro! ¡Sí, entiendo que tengo la culpa! Pero todavía no entiendo exactamente cómo sucedió», escribió la campeona en su cuenta de Instagram.
Shkurikhina quedó sin ropa y sin muebles, curiosamente, la medalla de oro que obtuvo en Beijing 2008 quedó intacta.