Conocida como fiebre de Lassa, esta afección es causada por un arenavirus que afecta a distintos órganos y, con ello, provoca un sangrado incontrolable. El virus fue por primera vez identificado en Nigeria, luego de que, en agosto de 2015, el gobierno identificara 175 muertes en 20 estados. Lo transmiten los roedores, y una vez adquirido, los síntomas son fiebre, debilidad, náuseas, vómitos, diarrea y, en casos avanzados, hemorragias internas e incluso, puede provocar coma; aunque en algunos casos, la afección se muestra asintomática por un tiempo.
Curiosamente, la tasa de mortalidad con este nuevo brote es mayor; casi el 70% de los 83 casos de labotatorio confirmados murieron.
Con información de López-Dóriga Digital