¡La lluvia no perdona! Y esta vez puso en peligro la vida de un perrito callejero que quedó atrapado en el arroyo La Talaverna, en Guadalupe, Nuevo León.
Pero lo que parecía una tragedia terminó siendo una historia de unión, coraje… ¡y un lomito agradecido!
Todo pasó alrededor de las 12:30 del martes, cuando una vecina de la colonia Provivienda se asomó y vio al perrito —blanco con manchas negras— luchando por mantenerse a salvo entre la corriente. De volada alertó a los policías que patrullaban por la zona, quienes no dudaron ni un segundo.
Uno de los oficiales bajó con cuerda en mano, mientras el perrito, como si supiera que lo venían a salvar, se acercó sin miedo y permitió que lo amarraran.
¡Y zas! Con ayuda de un vecino, lo jalaron hacia arriba mientras todos grababan el momento. Puro trabajo en equipo, raza.
Pero eso no es todo…
La Secretaría de Seguridad Pública de Guadalupe informó que este no fue el único rescate del día. Más temprano, otro lomito también había quedado atrapado en el mismo arroyo, pero a la altura de la colonia Balcones de San Miguel.
Ahí, quien se aventó al quite fue un menor de edad, que sin pensarlo bajó al afluente para salvar al can. Aunque el lomito lo mordió en el brazo (probablemente por el susto), el niño fue atendido y llevado a un centro médico para su revisión.
¡Los queremos señores policías y vecinos que salvaron al lomito en apuros!