Un auto llevaba a la novia por el periférico, pero sorpresivamente tuvo que ser cerrado a causa del intenso humo provocado por un incendio en Xochimilco.
Pero Rita Martínez estaba decidida a llegar a su boda que se celebraría en una Iglesia en la delegación Tláhuac, por lo que hizo lo que toda novia con (verdaderas) ganas de casarse haría, se levantó el vestido (con pudor) y salió corriendo hasta la estación de metro más cercana, eso si, acompañada por su inseparable dama de compañía.
Minutos después de viajar en la línea 12, y valiéndole un reverendo cacahuate las risas de los curiosos, Rita pudo llegar justo a tiempo a la ceremonia, en donde aparte de los familiares y amigos, la esperaba un ansioso novio.
¡Esas son ganas de casarse!