¡Deja de fumar, que te va a hacer mal!… ¿Fumaste verdad? eran las palabras de la preocupada madre al rebelde chamaco a quien lo delató el olor en el cuarto.
Y así a cinturonazos, esta madre le gritaba a su hijo que dejara el feo vicio del cigarro quien al parecer ya había sido reprendido con anterioridad.
Muchos están a favor, otros en contra…¿tú que opinas?
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