Dicen que nadie debe de juzgar un libro por su apariencia, pero Melissa Sloan, de Gran Bretaña, no la está pasando bien por su apariencia física.
Melissa de 46 años, dice que durante varios años ha luchado contra los estereotipos y todo porque tiene en su piel, no dos, ni diez, ni veinte, es más ni cien, ¡sino 800 tatuajes!
Esto de los tatuajes le ha causado tantos problemas, que no puede conseguir trabajo, pues apenas acude a una entrevista y prácticamente es ‘bateada’ de inmediato por su apariencia y por si fuera poco, incluso la han vetado de la escuela de sus hijas.
«No puedo conseguir trabajo… Solicité un trabajo limpiando baños donde vivo, y no me aceptan debido a mis tatuajes«, dijo la mujer que lucha contra los prejuicios de la gente que juzga su apariencia y comentó:
«A veces quiero suicidarme, a la gente no le gusto, cuando me miran creen que soy problemática y pasan de largo… Cuando voy a un bar las personas se cambian de lugar, sé que quizá nunca seré aceptada, pero si la gente se tomara la molestia de pasar un día conmigo sabría que soy alguien agradable».
«La gente ha dicho que nunca he tenido un trabajo en mi vida, pero lo tuve una vez y no duró mucho… Si alguien me ofreciera un trabajo mañana, iría a trabajar, aceptaría esa oferta», dijo Melissa a un medio local.
Pero lo que más llama la atención con su caso es que dice que, apesar de la discriminación que sufre, seguirá haciéndose los tatuajes, a la fecha se realiza hasta 3 tatuajes a la semana: “Si llego a los 70, todavía me los haré”, dijo. “Cada pedacito de piel estará cubierto incluso si me estoy poniendo azul, mi cara ya se está poniendo azul, parezco un Pitufo”.