¡Agárrense porque se armó la polémica mundial con Google… y no es por el Traductor esta vez!
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo salió al quite y soltó la bomba: ¡demandaron a Google! ¿La razón? Pues que la plataforma se le ocurrió cambiarle el nombre al Golfo de México, y ahora le puso “Golfo de América” en sus mapas.
Todo esto lo soltó la mandataria en la mañanera del 9 de mayo, cuando le preguntaron si la empresa ya le había respondido a las cartas que mandó. Y sí, no sólo respondieron, sino que ya hay una primera resolución en proceso.
Y Sheinbaum no se anduvo por las ramas. Dijo clarito:
“Lo único que queremos es que se cumpla con el decreto que emitió el gobierno de los Estados Unidos”.
Pero ojo: ese decreto gringo sólo aplica a la parte del Golfo que le pertenece a Estados Unidos, o sea, su plataforma continental, y no a todo el golfo como si fueran los dueños del charco completo.
La presi explicó que:
“No a todo el Golfo, porque no tendría atribución para nombrar a todo el Golfo, porque esa es una atribución internacional”.
Pa’ pronto, México no se va a quedar callado y Claudia ya le había mandado dos cartas a Google diciéndoles que no estaban de acuerdo con ese cambalache de nombres. Todo esto, además, se da un día después de que la Cámara de Representantes en EE.UU. aprobara el proyecto de ley de Donald Trump para renombrar el Golfo.
¿Y qué pide México en su demanda? Fácil, lo explicó así:
“Lo que decimos es que Google le ponga ‘Golfo de América’ donde es Golfo de América, que es la parte que le corresponde al territorio de los Estados Unidos; y le ponga Golfo de México a la parte territorial que le corresponde a México y a Cuba, eso es lo que estamos demandando que salga en la plataforma”.
Sobre si ha hablado con Trump de esto, Sheinbaum dijo que no ha habido plática, porque ellos pueden cambiar nombres dentro de su territorio. Pero tampoco pueden ir renombrando a lo loco zonas que no les pertenecen.
Y remató con otra:
“Ellos tienen una resolución en donde tienen derecho, pero no a nombrar todo el Golfo, sino la correspondiente a su territorio, tienen atribución sobre ello; nosotros no podríamos decir nada sobre que le cambien el nombre a un estado, a una montaña, a un lago”.
Por eso, dejó bien claro el punto:
“Entonces, lo que decimos es: Google, sujétate a lo que aprobó el gobierno de los Estados Unidos”. Es la controversia en la que estamos».