Este fin de semana, por medio de redes sociales circularon imágenes de una mujer que paseaba a un cachorro de tigre, en las instalaciones del centro comercial Plaza Antara, en Polanco.
Fue gracias a la usuaria de Twitter Zaira M. que las imágenes circularon junto con su denunciara argumentada bajo la NOM-059-SEMARNAT-2010 que clasifica a esta especie como en riesgo. Así, se dijo sorprendida de que nadie en la plaza comercial denunciara el hecho y lamentó la situación.
Mientras que los demás usuarios reaccionaron al hilo y etiquetaron las cuentas de la Profepa, la Semarnat y la jefa de gobierno de Ciudad de México, la denunciante señaló dentro de su hijo que «en México, es completamente legal tener de mascotas especies exóticas. Siempre y cuando no sean especies en peligro de extinción/en riesgo y obviamente, cumpliendo con una serie de requisitos».
Por su parte, la presunta dueña del tigre, identificada como Mina Ayala, se defendió asegurando que no es ilegal la posesión de una especie exótica si «se adquieren en México por medio de vendedores oficiales de animales exóticos que autentifican que estos son nacidos en cautiverio».
A lo que que Zaira M., acotó que «en resumen, no puedo con la ignorancia de la mujer en cuestión. 1. Si vas a tener un animal ilegalmente no lo sacas a la calle, 2. No contestas a las publicaciones para que den con tu identidad».
De acuerdo con la Ley General de la Vida Silvestre de México en su artículo 27 indica que se puede tener una mascota exótica con permiso. Sin embargo, deberá estar en confinamiento, es decir, no ser paseada.
«El manejo de ejemplares y poblaciones exóticos sólo se podrá llevar a cabo en condiciones de confinamiento que garanticen la seguridad de la sociedad civil y trato digno y respetuoso hacia los ejemplares (…) Aquellos ejemplares de especies que por su naturaleza, ante un inadecuado manejo o evento que ponga en riesgo a la población civil, deberán ser reubicados por la Secretaría», se detalla.
Desde el 1 de septiembre las redes sociales registraron al cachorro en calles de Polanco, cuando habitantes también denunciaron su presencia.