Interesante proceso que ha permitido a través de investigaciones en huesos y dientes, determinar el tamaño de estas bestias, su fuerza, el tipo de alimentos que consumían e integrando el DNA recabado de estos vestigios, la capacidad y el tipo de proteínas que podía codificar para mantenerse fisiológicamente funcionales y transformarse en la estructura que fueron, con la capacidad de repetir el milagro una y otra vez, para reproducirse y multiplicarse.
Lo que hace unos años se consideraba impensable, ahora podría llegar a ser posible, podríamos llegar a recrear al animal de nuestros ancestros, determinando y decodificando su genoma, para regenerar la estructura que le dio origen en su pasado y ahora posible en el presente (Jurassic Park) un sueño muy lejano aún.
LA PALEONTOFISIOLOGÍA ES LA CIENCIA QUE SE ENCARGA DE ESTAS INVESTIGACIONES QUE NOS DEPARAN SORPRESAS INIMAGINABLES.
La biotecnología nos muestra como un mamut sobrevivió al frío y aclara los misterios de la extinción de otras creaturas. Los esqueletos divulgan el tamaño y la forma de animales del paleolítico, su habilidad para desplazarse, el largo de su pelo, la forma de las orejas y su última cena; sin embargo, seguía siendo un enigma la forma en que los procesos metabólicos y fisiológicos (funcionales) sostuvieron estas inmensas bestias.
Las investigaciones de los científicos han permitido reensamblar antiguos genes de estos animales y recodificar las proteínas que producían para estructurar la maquinaria, que a su vez, sería capaz de integrar los procesos que haría posible su vida y la supervivencia.
Se ha logrado dilucidar como un Mamut Lanudo pudo sobrevivir a las condiciones de un clima extremo y logró adaptarse a la era del hielo que le tocó protagonizar y aunque la recreación de un Parque Jurásico está fuera de nuestro alcance, si hemos logrado actualmente observar procesos que se llevaban a cabo en estos ancestros que desaparecieron de la faz de la tierra.
La inspiración y la aventura que se desencadenó en nuestro pensamiento en el 2001 cuando se descubrió en Siberia un Mamut Lanudo íntegro y con el antecedente de la clonación de la oveja Dolly, nos llevó a concluir erróneamente en la posibilidad de recrear con el DNA recuperado a esta impresionante creatura, lo cual es materialmente imposible, sin embargo, la ambición de los investigadores como el Profesor Kevin L Campell (investigador de la evolución y del medio ambiente en la Universidad de Manitoba) se dirigió hacia la posibilidad de saber cómo este ancestro de los elefantes asiáticos había sobrevivido en esa desafiante altitud y en ese gélido clima.
Los antecedentes del Mamut Lanudo se originan en las zonas subtropicales de África de donde luego migró hace dos millones de años, a la zona donde fue encontrado en Asia, justo en el momento en que la tierra se encontraba entrando a una de las eras más agrestes y frías (la era de hielo del Pleistoceno).
El rastreo consistió en recuperar lo que se encontró en los fósiles de DNA, integrarlo a células de sus herederos y activar los procesos metabólicos que podrían desempeñar para entender como lograron adaptarse al frío y la altitud en su momento.
El DNA preservado encontrado en los fósiles está fragmentado y severamente dañado, así como en pequeñas cantidades y alterado químicamente, de tal forma, que se convierte en un auténtico acertijo. El DNA recabado es de dos tipos, el nuclear y el de los organelos principalmente el mitocondrial (este último es el más abundante ya que está constituido por cientos a diferencia del nuclear que es solo uno en cada célula), sin embargo, Alex Greenwood en 1999 en el Instituto Leibnitz de Zoología y de Vida Salvaje en Berlín descubrió que se podía recuperar suficiente material nuclear del DNA en fósiles congelados para estudiar.
Sigue siendo complicado aún con esta información reproducir la secuencia de cientos de miles de nucleótidos con 70 recuperados, sin embargo, el investigador Greenwood usando la técnica de multiplicación de secuencias de DNA desarrollada por Hofreiter, en el 2005 logró recrear la secuencia de 16500 nucleótidos del genoma mitocondrial de un Mamut y posteriormente logró reconstruir el primer gene nuclear de una especie extinta de Mamut con una antigüedad de 43 mil años. Se encontraron contenidos en los genes con mutaciones que hicieron a los mamuts tener el color en el pelo que los hacía más resistentes a la pérdida de calor y más camuflageables en la nieve. Al mismo tiempo se descubrió que la red venosa y la arterial de sangre caliente a través de su flujo genera intercambio de calor de una a otra, en un sistema donde la hemoglobina que transporta el oxígeno puede donarlo con facilidad a los tejidos ante el estímulo de bajas temperaturas.
La hemoglobina tenía componentes químicos que le permitían generar calor y conservarlo en el interior de los organismos en el torrente sanguíneo de los seres vivos como los Neandertales hace 28 mil años; esto impedía que se congelaran estructuras externas a través de la retención de calor que mantenía la piel de las patas y los pies justo en la temperatura que evitaba la congelación y les permitía caminar sobre superficies congeladas.
Hofreiner, Campell y Cooper descubrieron la secuencia del DNA de los Mamuts Lanudos encontrando un cambio de 3 aminoácidos en la secuencia genética de 146 que permitió a estos animales sobrevivir a temperatura de congelación y les facilitó la distribución de oxígeno en todos sus tejidos corporales para un adecuado funcionamiento y sin tener que gastar mucha energía en el proceso.
Todas estas investigaciones se han hecho gracias al desarrollo de la genómica, la genética, así como a la implementación de técnicas de hibridación que han facilitado el abordaje de las investigaciones y la obtención de resultados con conclusiones, que nos han sorprendido y que positivamente están contribuyendo al entendimiento de los eventos que ocurrieron en miles o millones de años en adaptaciones secuenciales que nos llevaron a la perfección para sobrevivir en un mundo desafiante y cambiante.
Estamos armando las piezas del rompecabezas que nos permitirán entrar y salir de una mutación a otra, de una adaptación a su sustitución, en el asombroso mundo de la Paleontofisiología, la Epigenética y la Genética.
Estos hallazgos pueden ser de gran ayuda en el futuro para rediseñar funciones y adaptaciones de los seres humanos en la intención de combatir enfermedades y tendencias que devastan la capacidad de supervivencia en un mundo contaminado, al que le estamos afanosamente buscando alternativas para su recomposición y preservación, después de concluir que nuestro escenario en la tierra es un elemento indivisible para nuestra propia existencia.
Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo
Médico Internista
www.drlajeandrocardenas.com