La UNAM, a través del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT), reafirmó la colaboración académica con Huawei Technologies de México, a fin de establecer las bases y mecanismos para la organización y desarrollo de proyectos de investigación científica y tecnológica; estudios técnicos; programas de intercambio académico; formación de recursos humanos; y capacitación especializada, entre otras acciones.
Mediante la firma de un convenio general, el ICAT continuará coadyuvando con la empresa china, como lo ha hecho a partir de 2020. Hasta ahora, la contribución, liderada por José Luis Solleiro Rebolledo, coordinador del Grupo Gestión Estratégica de la Innovación de esa entidad académica, ha generado estudios específicos.
Entre ellos los de Estado del arte de regulaciones para 5G y propuestas para México, La ciberseguridad en la 5G: aspectos relevantes para su implementación en México; los White Papers sobre Buenas prácticas de ciberseguridad: el caso de la base de conocimiento de ciberseguridad de la comunicación móvil de GSMA; y Organismos de política y gestión de ciberseguridad; así como la serie de boletines de Vigilancia tecnológica en Ciberseguridad (seis números). Adicionalmente, se han realizado actividades de educación continua como el Diplomado en Gestión de la Ciberseguridad, en 2024.
En 2025 se prevé la impartición de la segunda edición de esa última actividad, cursos de capacitación en gestión de la ciberseguridad y otros que deriven a solicitud de Huawei de México.
En entrevista, Solleiro Rebolledo recordó que la compañía se acercó a la Universidad para constituir la relación, como parte de su política global para aportar con instituciones de investigación del mundo. Tratándose de la principal Universidad de México, les interesaba tener esta alianza.
Rememoró que había algunos proyectos con el Centro China-México de la Facultad de Economía. En 2019 nos invitaron a visitar las instalaciones de la trasnacional, incluido un laboratorio de comunicaciones en donde se llevan a cabo ensayos para analizar la conectividad, sobre todo en la capital mexicana.
Se perfiló entonces la primera participación para hacer una propuesta de política y regulación para el despliegue de la 5G en nuestro país, mediante un acuerdo específico. Otro fue para trabajar en el tema de ciberseguridad, abundó.
Al respecto expuso que se han elaborado boletines de vigilancia tecnológica, que son públicos, abordando temas como los principios de la regulación de la ciberseguridad, la tipología de los ciberataques, o las principales normas que existen a nivel internacional para contender con las diferentes ciberamenazas.
También el rubro de protección de datos personales o de la llamada confianza digital, referente a la conciencia que los usuarios tengan de la importancia de ser cuidadosos y seguir buenas prácticas, añadió el experto.
Con la renovación, manifestó Solleiro Rebolledo, estamos por realizar la segunda edición del Diplomado dirigido a personal directivo y gerencial de corporaciones y organismos públicos, luego del éxito del primero, el año pasado.
De igual manera, está considerado organizar cursos cortos destinados a legisladores y funcionarios gubernamentales, sobre todo para sensibilizarlos con respecto a la importancia de generar una adecuada normativa en la materia. En especial porque México carece todavía de una ley de ciberseguridad, a pesar de que ha habido más de 20 iniciativas en este rubro.
“Consideramos que es un momento propicio para retomar el tópico en el Legislativo, pero dándole elementos a sus integrantes para analizar las opciones y tomar mejores decisiones”.
De igual manera, se tiene previsto laborar en inteligencia artificial, en especial la generativa que en este momento “está en manos de medio mundo”. Diversas personas han entrado en contacto con esa tecnología, sobre todo con ChatGPT, y eso nos abrió los ojos a algo que ya venía ocurriendo porque dicha herramienta tecnológica no es nueva, lo novedoso es su difusión, resaltó.
En el orbe hay inquietud y, en algunos casos, como el de la Unión Europea, se ha traducido en una regulación. ¿México debe o no tenerla? Hay que buscar la respuesta, y si es afirmativa debemos determinar las características de la normativa. Estamos comenzando a estudiar este aspecto para generar una propuesta, adelantó el experto.
Otras entidades académicas de la UNAM, prosiguió, han iniciado relaciones con Huawei Technologies de México. Por ejemplo, los institutos de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas; de Energías Renovables; y de Investigaciones Jurídicas. “La expectativa es que el abanico de posibilidades se abra aún más”.
El científico dijo que el patrocinio da la posibilidad al ICAT de ofrecer becas especiales a estudiantes que se incorporan a los proyectos, así como asistir a reuniones de expertos en otras latitudes.
La comunicación con la firma china es bastante fluida, reconoció. Eso nos ha llevado en la Universidad a identificar asuntos relevantes para su desempeño empresarial y para la buena marcha del sector de las telecomunicaciones.