Para que fuera decisivo el voto de los mexicanos que se registraron en Estados Unidos para votar en la próxima elección presidencial de México, tendrían que participar aproximadamente 500 mil personas, del millón y medio que tienen credencial de elector, estimó Xavier Medina Vidal, titular del Center for Mexican American Studies de la Universidad de Texas, en Arlington.
En Estados Unidos se registraron 226 mil 661 posibles votantes, según datos del Instituto Nacional Electoral, apuntó en la conferencia “El voto mexicano en Estados Unidos: su peso en las elecciones de ambos países en 2024”, convocada por el Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN).
El profesor e investigador recordó las cifras del Voto de los Mexicanos Residentes en el Extranjero, donde la mayoría de los sufragios proviene de Estados Unidos:
Para participar en el proceso de 2006 para sufragar se registraron 40 mil 876 mexicanos en la Unión Americana, de los cuales 31 mil 621 lo hicieron; para el de 2012 fueron 59 mil 115 y 40 mil 714, respectivamente; en el de 2018 la proporción fue 181 mil 873 y 98 mil 740; para los comicios de 2024 se han anotado 226 mil 661, pormenorizó.
En su exposición, Medina Vidal comentó que el territorio que México perdió con Estados Unidos en 1848 es una nación. En el país norteamericano hay aproximadamente 36 millones de mexicanos legales. En Texas el 85 por ciento son latinos; es decir 9.6 millones de los 11 millones de habitantes, según el US Census Bureau.
Dicha población 40.2 por ciento de los votos, frente a 39.8 por ciento de los blancos no latinos. “Aun con esto, no hemos llegado a un nivel de representación equivalente o superior a los afroamericanos, aunque la demografía no es el destino, es decir no es la solución”.
En aquel país llaman “sleeping giant” al voto latino, lo describen de manera despectiva como una “comunidad no despierta”, debido a que aun siendo el grupo étnico más numeroso no cuenta con suficiente poder político.
La clave es que si hubiera una reforma migratoria podría contarse con 20 millones de electores más, un crecimiento notable del electorado y con apertura a varios grupos étnicos, existirían 40 millones adicionales, eso lo sabe muy bien el Congreso estadounidense, por ello no la hay, ni la habrá, sentenció.
Cabe mencionar, precisó, que en el vecino país del norte los latinos son el electorado más joven, y con esto anticipamos que, según las variables, serán el grupo más grande.
Y apuntó: tomando en cuenta el peso electoral en California y en Texas, los estados más grandes, prácticamente se “cancelan” el uno al otro, porque sabemos las orientaciones políticas que el segundo estado tiene hacia los Republicanos, y de California con los demócratas. Los casos de Arizona y Nuevo México poseen menos influencia en ese proceso.
En tanto el secretario académico del CISAN, Juan Carlos Barrón Pastor, moderador del encuentro, manifestó que el voto que viene del extranjero ha sido importante en las elecciones de 2012 y 2018, y todavía está por verse en 2024.
De los nueve millones de estadounidenses que viven fuera de su país, un millón y medio tienen residencia legal en México. El año pasado fueron más de 20 mil solicitudes para lograr ese estatus migratorio.
A su vez, Roberto Zepeda Martínez, investigador de la entidad académica, reiteró que el sufragio de mexicanos en el extranjero en una competencia presidencial reñida, sí podría ser un factor decisivo. Lo más importante es que ese gigante dormido no se considere como un voto uniforme o hacia una sola fracción política.