El pasado 7 de septiembre, médicos en el Hospital La Raza realizaban una cirugía a corazón abierto, para salvar a una niña de nueve años, cuando ocurrió el sismo de magnitud 8.2. Y aunque todo se movía, los médicos no interrumpieron el procedimiento. El temblor sucedió cuando habían transcurrido cinco horas de la operación. La paciente se recupera con éxito.
“Los protocolos y las brigadas de emergencia se activaron de manera oportuna; los pacientes, familiares y personal en planta baja y los pisos uno y dos fueron evacuados, mientras en el resto de los pisos, las personas se replegaron en las zonas de seguridad”, relató el Instituto.
“Pero en el quirófano del séptimo piso, por la delicada salud de la menor, el equipo médico y de enfermería decidió continuar sin interrumpir la operación a corazón abierto”, agregó el comunicado de la institución.
La intervención fue necesaria, a causa de una infección en un injerto colocado a la paciente hace cinco años, para corregir una cardiopatía congénita.
“En todo el momento, aún durante el sismo, el equipo de cirujanos, enfermeras, anestesiólogo y técnicos, encabezado por el doctor David Arellano Ostoa, jefe del Departamento de Cirugía cardíaca Pediátrica, mantuvo la calma y continuó la operación, a pesar de que ya había finalizado la jornada laboral de la mayoría del personal”, apuntó el Instituto.
Con información de Animal Político