¿Qué harían si ganaran la lotería? Esa fortuna la tuvo Michael Carroll, un adolescente de 19 años que se convirtió en millonario en 2002.
Sin embargo, con lujos y excesos dilapidó los diez millones que ganó en una partida de suerte en la Lotería Nacional Británica. Lo primero que hizo, como muchos pudieran desear, fue dejar su trabajo y se dedicarse a la ‘buena vida’.
Mickey, como le conocen los más cercanos, compró una lujosa casa, camiones de champán, kilos de oro en joyas y consiguió otros excesos que de momento llenaron su vida.
Pero no le duraron mucho los diez millones, ya que hace un par de años tuvo que vender su propiedad por menos de lo que costó, ello porque se encontraba prácticamente en ruinas.
Al final, Mickey tuvo que conseguir un nuevo empleo y lo logró, pero de recogedor de basura.
“El que no tiene y llega a tener, loco se quiere volver”, así dice el refrán que queda muy adecuado a esta lección.
Con información de SmiTV y La Silla Rota