José Domingo Martínez lleva mes y medio durmiendo frente a Palacio Nacional, lidiando con la desesperación al tener dos hijos desaparecidos y pensando en el suicidio como única forma de aliviar su dolor.
En entrevista con la agencia EFE, Domingo Martínez piensa en suicidarse mientras espera un milagro: que el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, encuentre a sus hijos.
«Pienso en colgarme delante de la casa del presidente. Así como estoy, ¿qué me queda mejor que quitarme la vida?”, asegura derrotado este hombre de 40 años.
El padre desesperado huyó de la ciudad de Celaya, en el céntrico estado de Guanajuato, tras ser amenazado. Cuando llegó a Ciudad de México, José Domingo trató de quitarse la vida al lanzarse al metro “por la desesperación” de no recibir ayuda por parte de las autoridades.
Ni en Celaya ni en la capital ha recibido ayuda. Incluso se le pasó por la cabeza ir a algunas cadenas de televisión a contar su historia, pero le “negaron la ayuda”.
Domingo Martínez se dedicaba a la albañilería y asegura no haberse metido nunca en problemas ni tener relación alguna con el crimen organizado.
Incluso reconoce que, aún en aquellos momentos en los que no tenía trabajo como albañil, recurría a vender nopales o paletas ayudado por sus dos hijos, uno de 11 y otro de 18 años, y los dos desaparecidos “de la noche a la mañana”.
Ahora, el hombre duerme en el zócalo capitalino y afirma odiar a las autoridades de Celaya, pues ya había denunciado amenazas de secuestro antes de que sus hijos fueran desaparecidos.
Con información de Vanguardia