En una espaciosa y arbolada escuela secundaria situada al pie del volcán Matlalcuéyetl, en el centro de México, los estudiantes se reunieron afuera para jugar al juego de la oca, pero con una peculiaridad.
Un chico se detuvo en una casilla que decía: «Las relaciones sexuales nunca deben ser impuestas». Una compañera de clase sacó una ficha de una casilla advirtiendo a los hombres que no se convirtieran en traficantes de personas.
«¿Las mujeres tienen el derecho de decidir sobre su cuerpo?», preguntó una estudiante a sus compañeros durante otro ejercicio.
Esta no fue una clase normal sino un taller único diseñado para prevenir que los chicos se conviertan en explotadores sexuales y evitar que las chicas sean presas de la trata en el estado de Tlaxcala, el que se ha convertido en sinónimo del delito luego de más de una década de casos notorios.
Es bien sabido que las familias de algunos alumnos se dedican a la trata de mujeres para ganarse la vida, llevándolas a otros estados y también a Estados Unidos, y a menudo alientan a sus hijos para que un día se unan al negocio familiar.
«Yo quiero ser tratante como mi abuelo…es lo que usualmente usted va a escuchar a al menos algunos de ellos decir», expresó a la Fundación Thomson Reuters uno de los docentes que dirigen el proyecto, quien solicitó mantener el anonimato debido a la sensibilidad del tema.
México es un país de origen, tránsito y destino para la trata de personas. Las víctimas van desde hombres forzados a matar para grupos delictivos hasta mujeres indígenas que trabajan en el servicio doméstico en condiciones de esclavitud y niñas obligadas a entrar en el negocio de la explotación sexual.
“Es importante que vean que esto no es algo normal y que vean que esto es violencia”.
Si los talleres logran cambiar las actitudes de al menos unos pocos estudiantes, valieron la pena, añadió el docente.
Sin embargo, estos programas no abundan y son poco frecuentes en un país en el que aumenta sin cesar la preocupación por la violencia generalizada contra las mujeres y el uso de jóvenes como soldados de los grupos de crimen organizado.
En 2019, México tuvo una de las tasas de homicidios más altas de los últimos años (con 23 víctimas por cada 100.000 personas) mientras que la cantidad de femicidios aumentó casi un 10% con respecto al año anterior, según muestran los datos del gobierno.
El reciente asesinato de una niña de 7 años en la Ciudad de México provocó indignación en toda la región por la violencia contra la mujer en una nación donde al menos tres cuartas partes de las mujeres reportaron sentirse inseguras, según una encuesta realizada en 2019 por el organismo nacional de estadísticas INEGI.
EDUCACIÓN SEXUAL (CONTRA LA TRATA)
En Tlaxcala, la normalización de la explotación sexual está relacionada con una discriminación generalizada contra la mujer y con la violencia de género, expresó Alejandra Méndez, directora del Centro Fray Julián Garcés, el grupo sin fines de lucro que inició el proyecto de los talleres en 2014.
“Lo que intentamos aquí es una cuestión de relación de iguales, de decir hombres y mujeres tenemos capacidades para desarrollarnos plenamente», indicó Méndez.
Durante uno de los talleres, una niña de 14 años asumió el rol de docente y le hizo a sus compañeros más jóvenes, divididos en pequeños grupos, varias preguntas serias, tales como: “¿Qué es la violencia?”
Algunos de los escenarios trataban explícitamente el tema de la trata de personas, otros eran sobre cómo intentar desarrollar relaciones sanas y prevenir otras formas de violencia contra la mujer.
«Quiero que me contesten libremente, que se sienten con esa confianza”, instó una de las chicas mayores de la escuela a sus compañeros.
Poco después de iniciar los talleres, el Centro Fray Julián Garcés y los docentes de la escuela se dieron cuenta de que estos tendrían un mayor impacto si fueran impartidos por los alumnos mayores a los más jóvenes.
Los líderes estudiantiles incluso han llevado a cabo sesiones para algunos de los padres de los alumnos del colegio para intentar cambiar su mentalidad.
Sin embargo, los esfuerzos de prevención son escasos y fragmentados en México, a pesar de la creciente violencia, según comentó Juan Martín Pérez, director ejecutivo de la organización sin fines de lucro Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
«No tenemos una estrategia nacional, ni acción pública, para hablar de la violencia contra las mujeres, contra las niñas, o la violencia armada que vive el país», indicó, agregando que los docentes que tratan los temas por sí mismos no consiguen apoyo.
“NEGACIÓN» DEL GOBIERNO
Las fuerzas de seguridad federales hacen operativos periódicamente en las comunidades de Tlaxcala para detener a presuntos tratantes, generalmente para su extradición a los Estados Unidos.
El año pasado, la Policía Federal y la recién formada Guardia Nacional irrumpieron en nueve propiedades en Acuamanala, un municipio situado a pocos kilómetros de la escuela, y arrestaron a siete individuos presuntamente vinculados a la trata sexual internacional.
Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda dijo el miércoles que su equipo bloqueó cuentas que contenían millones de dólares de un grupo de explotadores sexuales que operaba en la Ciudad de México, Tlaxcala y otros estados.
Los presuntos responsables forzaban a niñas de tan solo 12 años a prostituirse y se quedaban con la mayor parte del dinero, agregó Nieto.
No obstante, Méndez del Centro Fray Julián Garcés expresó que es difícil lograr que la gente reconozca la trata como un problema en el estado, que abrió solo tres investigaciones sobre el crimen el año pasado.
Los exgobernadores han desestimado el fenómeno como algo menor y han acusado al grupo de Méndez de dañar la reputación del estado, expresó, añadiendo que han estado en “negación» de la trata.
El gobierno de Tlaxcala indicó que el problema de la trata no ha sido atendido durante décadas, pero que «no evade su responsabilidad en el tema» y que está trabajando para enfrentarlo, con medidas que van desde un refugio para las víctimas de delitos graves hasta la capacitación de funcionarios públicos.
Sin embargo, un portavoz del estado dijo que los esfuerzos para combatir la trata de personas no deberían centrarse en una sola región.
El gobierno federal aún no ha publicado su estrategia contra la trata, casi un año después de lo previsto, mientras que un auditor independiente ha dicho que las iniciativas del gobierno anterior para frenar el crimen fueron «desarticuladas» y «laxas».
En la escuela, las niñas caminaban por el patio de recreo del brazo, bromeando y riendo. El docente que participó en el proyecto relató algunas de las desgarradoras historias que compartieron los estudiantes.
«Te empiezan a platicar, que en mi pueblo hay un sótano en que ahí llevan a las mujeres…a mi vecina la trataron de jalar», comentó el docente.
“(Pero) nunca te dicen quién ni en dónde, obviamente.”
Con información de Reuters