Este viernes se celebró la segunda boda real del año en la capilla San Jorge del castillo de Windsor, a las afueras de Londres.
Unos 800 invitados asistieron al enlace entre de la princesa Eugenia, nieta de la reina Isabel II, y el empresario Jack Brooksbank, entre ellos un puñado de famosos, modelos y la familia real completa.
Eugenia ha acaparado los titulares de los principales medios en todo el mundo, y es que la prima de Harry y William, ha deslumbrado a su llegada al altar tomada del brazo de su padre el príncipe Andres, con un elegante y voluminoso vestido del diseñador Piter Pilotto.
En el diseño resalta un pronunciado escote en “V” sobre la espalda que deja a la vista una importante cicatriz. Eugenia exhibe la cicatriz que marcó su adolescencia.
A los 12 años fue intervenida quirúrgicamente para corregir una escoliosis -desviación de la columna. Su decisión de mostrarla sin inhibición ha sido aplaudida y causa furor en redes sociales.
“El detalle de la parte baja de la espalda en el vestido fue un pedido específico de la princesa Eugenia, quien fue operada a los 12 años para corregir una escoliosis”, dijo el Palacio de Buckingham a través de un comunicado.
En junio pasado, publicó en Instagram una fotografía de su operación. Eugenia es activista de organizaciones sociales que recaudan fondos para personas que necesitan tratamientos. Sus regalos de boda serán donados a instituciones relacionadas a esta causa.