Cuando se trata de hacer el ridículo, las palmas y las ovaciones se las llevan las quinceañeras y las bodas, bueno, muchas de ellas, y esta pareja de turquía parece que va a durar un buen rato sin ser destronada, pues se llevan la medalla de oro en las olimpiadas de las ridiculeces.
Esta pareja de recién casados entraron a la fiesta de su boda encima de un «barco», pero no se conformaron con llevarlo por el suelo, no señoras y señores, ellos querían llegar en un «bote volador» (WTF).
Y ahí estaban los flamantes marido y mujer, saludando cual reina en carnaval, cuando de pronto, el sistema no aguantó con el peso y ambos fueron a parar al suelo y… mejor vean el resultado.
Parece ser que la cosa no pasó a mayores.