En un giro inesperado en el mundo de las piñatas, Ángela Aguilar, la joven cantante e hija del legendario Pepe Aguilar, ha mostrado su descontento con una piñatería de Reynosa, Tamaulipas.
Y es que la ya conocida popular Piñatería Ramírez ha hecho de las suyas una vez más, creando piñatas en honor a la nueva pareja del momento: Ángela Aguilar y Christian Nodal, pero todo parece indicar que a Ángela no le ha hecho ninguna gracia y ha amenazado con demandar al negocio.
Las redes sociales se han inundado con imágenes de estas piñatas, réplicas detalladas de la pareja, que han capturado la atención y los corazones de muchos. Piñatería Ramírez, conocida por su habilidad para inmortalizar figuras públicas en momentos polémicos, ha vuelto a poner su arte en el ojo del huracán.
Dalton Javier, el propietario de la piñatería, ha revelado que, a pesar de la (supuesta) denuncia no ha recibido ninguna notificación oficial de las autoridades. “Me han llamado desde números privados para decirme que me van a demandar, pero no es la primera vez”, comentó Javier en una entrevista con AMEXI, en donde también recordó incidentes similares con la piñata de Gabriel Soto, que también atrajo polémica.
Para evitar futuros problemas, la piñatería ha adoptado una estrategia de cambios sutiles en sus creaciones, por ejemplo, la piñata de Ángela Aguilar ha sido rebautizada como “Ángela Agüilar” (para que suene la letra ‘u’), lo que ha permitido que la sigan comercializando sin problemas legales. Esta táctica ha sido bien recibida por los clientes, quienes continúan solicitando estas obras para diversos eventos.
Javier también destacó que las piñatas son “caricaturas de las celebridades” y subrayó que su intención no es ofender a nadie y dijo: “Es un meme en piñata”, añadió, señalando que son propuestas divertidas que buscan alegrar a las personas, no atacarlas… A los famosos les pide que se tomen las cosas con tranquilidad y humor, recordándoles que las piñatas son una forma de expresión popular y artística»
Por ahora, la Piñatería Ramírez sigue siendo un punto de referencia en el arte de la piñata, y a pesar de las controversias, su popularidad no muestra signos de disminuir.
¿Será esta la última vez que una figura pública se vea inmortalizada en papel maché? Solo el tiempo lo dirá.