Stuart Hutchison, de 25 años, fue diagnosticado con un tumor cerebral en 2011, por lo que tuvo que ser sometido una cirugía y posteriormente a quimioterapias, la cosa parecía que iba bien, hasta que los médicos descubrieron que el cáncer se había extendido hasta los huesos.
Apoyado por su familia, el escocés luchó valientemente contra el cáncer, pero recayó en 2014. Después de una lucha infernal de prueba y error, le dijeron al hombre que estaba mejorando. Hasta que, en 2018, recibió el duro mensaje de que el cáncer había regresado.
Finalmente, Stuart falleció, dejando viuda a su mujer, pero quien también sufrió la partida fue su bulldog francés de dos años, llamado Nero.
«Mi hijo murió alrededor de las 13:15 horas y Nerón, su perro y mejor amigo, murió aproximadamente 15 minutos después», dijo desconsolada la mamá del joven.