Tremenda broma jugó un papá a su hija mientras estaban en medio de una comida familiar en un restaurante, tanto que la pobre se tuvo que esconder debajo de la mesa.
Resulta que mientras comían el papá vio pasar al mesero y aprovechó para platicarle una indiscreción que recién había contado la hija a la familia: «Disculpa, mi hija piensa que eres muy atractivo», dijo el papá al trabajador del restaurante quien sonrió mientras se llevaba la mano al pecho y exclamaba: «¡oh Dios mío!».
Al escuchar a su papá la pobre joven no sabía donde esconderse y optó por taparse el rostro y meterse bajo la mesa mientras gritaba: «¡detente, detente!».