Melissa Sloan afirma que no ha podido encontrar trabajo debido a que no genera confianza en la gente por la gran cantidad de tatuajes que tiene en el rostro; por cierto, se hace uno nuevo cada semana desde que cumplió los 20 años.
Sloan es originaria de Gales, Reino Unido. Recientemente ha decidido hablar públicamente sobre su situación, a la que califica como un claro ejemplo de discriminación.
«Es como cuando tomas un cigarrillo o una bebida, te vuelves adicto… No puedo detenerlo ahora, es adictivo, para mí de todos modos, simplemente no puedo detenerlo», dijo a un medio del Reino Unido. Sin embargo su adicción a los tatuajes le ha traído problemas para conseguir empleo a donde quiera que aplica, incluso como intendente.
«Solicité un trabajo limpiando baños donde vivo y no me aceptan debido a mis tatuajes…El primer trabajo que tuve fue limpiando hace mucho tiempo, limpiando baños. La gente ha dicho que nunca he tenido un trabajo en mi vida, lo tuve una vez y no duró mucho», agregó
En la misma entrevista, la madre de 45 años dijo que tatuarse es su mecanismo de defensa para superar las cicatrices emocionales del tormento que vivió a causa de su hermano Gavin, quien abusó sexualmente de ella desde que tuvo 6 hasta los 16 años de edad.
«He sufrido toda mi vida a causa del abuso. Todo mi cuerpo está cubierto de tatuajes y es mi forma de sobrellevar el trauma de mi abuso infantil… Trato de borrar los recuerdos cubriéndome con tatuajes», señaló para el Daily Mail.