¿Pensabas que lo peor que te podía pasar con un condón era que se te rompiera?, ¡pues no! y para muestra un botón.
Acá te va la historia, una mujer de 27 años ya llevaba seis meses con tos, fiebre y una mucosidad muy espesa, con varios diagnósticos, todos coincidían que era tuberculosis, pues presentaba los síntomas, pero el medicamento no le dio resultados.
Fue al hospital porque ya no aguantaba más, en el hospital, el equipo de patología se dio a la tarea de analizar la bacteria Mycobacterium tuberculosis, pero los resultados salieron negativos a esta, entonces… ¿Cuál era el problema?
Para revisar sus pulmones, le realizaron un escáner torácico y ahí encontraron que había algo extraño, una especie de lesión en el lóbulo superior de su pulmón derecho, cuando hicieron el acercamiento, se percataron de que era una especie de bolsita asentada en el bronquio.
El equipo médico tomó la decisión de someterla a cirugía, y ahí, al extraerlo se dieorn cuenta de que se trataba de un condón.
¿Cómo llegó un condón hasta sus pulmones?
Resulta que recordó que tiempo antes, había practicado sexo oral, y en ese momento, tuvo la necesidad de estornudar, y entonces, al agarrar aire, se tragó el preservativo, pero no le dio la mayor importancia, porque no se había sentido mal.
Caray, si tan solo lo hubiera recordado (o aceptado) antes, quizá se hubiera evitado todo este trajín.
El caso, se catalogó como el primero de sus características y fue descrito en 2004 en National Library of Medicine, pero no se había divulgado a estos niveles , hasta que un medio internacional lo divulgó en redes sociales.