«Me niego a que mis hijos sean influenciados de manera negativa, me niego a que contacten desconocidos, y a que tengan problemas en la escuela por el celular»
Harta, cansada y desesperada de que sus hijo no le hicieran caso y le faltaran al respeto» esta «mamá del sur» tomó justicia por su propia mano, o mejor dicho, con su escopeta, pues colocó el iPhone de sus hijos encima de un tronco de un árbol y simplemente le disparó hasta hacerlo volar en mil pedazos.
«Con este acto, reivindico mi papel como madre de familia, simplemete me niego a ser ofendida, me niego a ser desobedecida» dijo la mujer.
Por si no le hubiera bastado al celular, le da un segundo disparo y lo remata con un mazo.
¿Qué te parece la manera de controlar la adicción de sus hijos a las redes sociales?