Emil y Rodica Radita son los padres de este indefenso niño que murió por la negligencia y fanatismo de sus padres, pues con solo 15 años y padeciendo diabetes, murió a causa de una infección generalizada y lo más sorprendente… ¡de hambre!
A pesar de que sabían que era diabético de nacimiento, solamente lo llevaron al doctor una vez en su vida, pues sus papás (quienes son católicos apostólicos romanos), tenía la creencia y la «fe absoluta» de que Dios lo iba a salvar.
Cuando Alexandru murió en el 2015, apenas pesaba 16 kilos y su piel estaba pegada al hueso, hoy los padres acaban de ser condenados por asesinato en primer grado.
Los padres fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por 25 años por haberse puesto a rezar en lugar de llevar a su hijo con el doctor.