Hace unos días, en el maratón de Khon Kaen, Tailandia, el keniano Barnabas Kiplimo hizo historia. Este crack no solo ganó la carrera de 42.195 kilómetros, sino que lo hizo con un calzado que dejó a todos con la boca abierta: ¡un par de sandalias.
Pero obvio que no eran unas ‘chanclas’ comunes y corrientes, sino unas de carbono, pero aún así no dejan de ser unas sandalias.
¿Qué, cómo, por qué? Vamos por partes.
Estas sandalias, llamadas ‘Nirun’ y fabricadas por la marca tailandesa Vigrun, no son tus típicas chanclas para la playa. Incorporan una tecnología que les permite competir con los tenis más avanzados del mercado. Ligereza, soporte y un diseño con una entresuela de alto rendimiento hicieron de estas sandalias un arma secreta para Kiplimo.
El resultado: un tiempo espectacular de 2 horas, 18 minutos y 55 segundos. ¡Así es! Mientras muchos atletas apostaban por sus tenis de alta gama, Kiplimo demostró que la tecnología puede adaptarse a cualquier estilo. En la meta, su imagen levantando los brazos con esas sandalias modernas se volvió un símbolo de innovación.
Pero hablemos un poco de la estrella oculta aquí: la placa de carbono. ¿Qué tiene de especial? Este material, que revolucionó el mundo del atletismo, es ultraligero, súper resistente y funciona como un resorte. Se coloca en la suela de los zapatos (o sandalias, en este caso) para dar un impulso extra en cada zancada, ayudando a reducir la fatiga muscular y mejorando la eficiencia de carrera.
Así que, ¿quién dijo qué necesitas gastar una fortuna en tenis para romper récords? Kiplimo nos acaba de dar una lección: a veces, la innovación viene en formas inesperadas… como en un par de sandalias blancas.
Esto suena como una mezcla entre deportes, talento y película futurista, ¿a poco no?