Porque aunque Doña Florinda ya no da cachetadas en la televisión, ahora la vemos en forma de piñata. Y no, no es broma.
Gracias al boom que ha provocado la serie “Chespirito: Sin querer, queriendo” en HBO Max, el pasado volvió a cobrar vida… y con él, los chismes que nunca mueren. Y como ya es costumbre, la Piñatería Ramírez —esa que no se le escapa ni una polémica— acaba de soltar tremendo bombazo: una piñata inspirada en Florinda Meza.
Una serie que está levantando polvo y pasiones
Desde su estreno el 5 de junio, esta producción biográfica, dirigida por el hijo del mismísimo Chespirito, se ha encargado de mostrar lo que había detrás de las risas. Los inicios de Roberto Gómez Bolaños, sus luchas, su creatividad… y también sus líos sentimentales.
Cuando el amor entra por la vecindad…
Uno de los temas que ha reventado las redes es el divorcio del comediante con Graciela Fernández, su primera esposa, y el inicio de su relación con Florinda Meza, compañera en escena y en la vida real. Aunque estuvieron juntos más de treinta años y se casaron en 2004, muchos siguen señalando a Meza como la tercera en discordia.
Florinda en el ojo del huracán.
Y es que mientras algunos la ven como el gran amor de Chespirito, otros la pintan como la que llegó a romper la armonía en un hogar. Una narrativa que volvió a tomar fuerza con el estreno de la serie… y ahora con esta piñata.
La piñata que no tuvo piedad
La Piñatería Ramírez no se guardó nada. Acompañaron la imagen con una dedicatoria que avivó el fuego del debate:
“Piñata de la jefa final, la que pavimentó el camino de Karla Panini y Ángela Aguilar. La verdadera ‘bruja’ de la vecindad.”
Con esa frase, ya te imaginarás cómo reaccionaron las redes. Unos muertos de risa, otros indignados, y muchos más compartiendo la imagen como si fuera un nuevo capítulo del Chavo del Ocho, versión siglo XXI.
Florinda no ha dicho ni pío
Hasta ahora, la actriz no ha emitido ningún comentario sobre la piñata ni sobre la polémica que la serie ha desatado. Pero el tema ya está en boca de todos, y mientras eso ocurra, la conversación no va a parar.
Así que ya lo sabes: cuando se mezcla nostalgia con polémica, y se le pone un poco de papel de colores y engrudo, lo que resulta no es una piñata… es un fenómeno viral.