¡Moles, Don Cuco!, pues resulta que el padre Javier Ortega, un sacerdote de la Diócesis de Alcalá de Henares en España, está haciendo un llamado fuerte y claro sobre Halloween. Según él, andar disfrazado de demonios, brujas o muertos, “estás de alguna forma tentando al diablo”. ¡Sí, tal cual! Él dice que no es nada recomendable.
En una entrevista reciente en la web de la diócesis complutense, el padre Ortega le aconseja a los papás que mejor no dejen que sus hijos participen en estas fiestas y que, si de plano no se puede evitar, mínimo que se disfracen “de santos o con disfraces de cosas hermosas y bellas”.
Y ojo, aquí su advertencia es contundente: “que no se les ocurra disfrazarse de demonios, brujas o muertos”. Según él, al hacer eso “estás abriendo puertas, estás de alguna forma tentando al diablo… O sea, no es algo neutro”, así que pilas, porque él asegura que detrás de Halloween “está la influencia del mal”.
Además, el cura suelta la bomba: ¡es “el día más grande” para los satanistas! y dice que esta fiesta “no tiene nada que ver con la fe cristiana” y que hasta nos hace “un poco cómplices”.
Y ahí no acaba la cosa. Nos lanza un ejemplo bien clarito: “Cuando uno juega con fuego se puede quemar”. O sea, que «meterse con espíritus y con cosas de esoterismo o de ocultismo, es como abrirle la puerta al Malo.», dijo el cura.
Por eso, también alerta que “el maligno se sirve de la ignorancia y la ingenuidad”, y aunque muchos niños no entienden el trasfondo, según él “de alguna forma están participando en una fiesta que no tiene nada de bueno”. Hasta lo compara con beber veneno: “aunque no lo sepa, se está envenenando”, dice.
Además, el padre Ortega también apunta a otras prácticas esotéricas como la ouija, el reiki, la Nueva Era y “el yoga a ciertos niveles”. Según él, “en el fondo estás invocando al Malo”.
¡Pero ojo! No todo es oscuridad. El padre recomienda enfocarse en “la belleza para combatir Halloween” y cuidar la imaginación de los niños, llenándola de “cosas hermosas y bellas”. Por eso, el padre sugiere que en los cuartos de los pequeños no haya “cuadros feos” sino imágenes de la Virgen, del ángel de la guarda y que a los niños se les bendiga todas las noches.
Y así concluye nuestro padre Ortega, con una invitación a proteger la inocencia de los niños, pues vivimos en un mundo que “atenta mucho contra ellos”.
¡Así que a cuidar a los chamacos con todo! y obvio, la decisión es de cada papá y mamá.