La afición mexicana pudo disfrutar en el Estadio Azteca la experiencia del primer Monday Night Football fuera de Estados Unidos en la historia de la liga.
Los equipos a enfrentarse fueron Raiders y Texans, miles de asistentes en el Coloso de Santa Úrsula, fans de todos los equipos de la NFL, se han dado cita a este partido.
El acceso inició a las 16:30 horas pero la afición esperó para este momento desde un par de horas antes con el colorido que caracteriza a la NFL.
La afición agotó los boletos en escasos minutos y la adrenalina fue en aumento. Sin embargo, no todo estuvo bien. Existieron algunos pormenores por parte de los organizadores y de los fanáticos. Por ejemplo, el estacionamiento en el Estadio Azteca costó más de mil pesos, por lo que la gente que vive cerca del inmueble «aprovechó» los lugares que hay fuera de sus casas para rentarlos en un precio que también es muy alto.
Durante el juego, algunos aficionados del Estadio Azteca apuntaron un láser al rostro de Brock Osweiler, quien dijo que el partido en el Azteca «fue muy decepcionante».
Además, el grito homofóbico que ha sido tan criticado y sancionado por FIFA, hizo su aparición cada vez que despejaba Shane Lechler de los Texans, y conforme avanzó la noche fue adquiriendo volumen.
Los cartones que preparó uno de los patrocinadores del encuentro para los mosaicos en la tribuna se convirtieron en aviones que acumularon basura en las laterales.
Si bien estos hechos fueron lamentables y penosos, el deporte/espectáculo se desarrolló sin interrupciones.
Con información de ESPN