Julius Ssekitoleko, atleta olímpico de Uganda, se fugó con la intención de empezar una nueva vida, de acuerdo con una nota encontrada en su habitación. «Quiero trabajar en Japón», dejó escrito en ella.
Así, el levantador de pesas de 20 años, quien se encontraba en la localidad japonesa de Izumisano, desde finales de junio, con el equipo olímpico de Uganda, es uno de los nueve atletas del equipo que estuvo en aislamiento tras detectarse dos positivos a COVID-19 a su llegada a Japón el 19 de junio para lo Juegos Olímpicos.
Ssekitoleko abandonó sin aviso el hotel y compró un boleto de tren bala con destino a Nagoya, de acuerdo con la agencia local de noticias Kyodo. Funcionarios de Izumisano, señalaron que en la nota expresó sus deseos de no regresar a Uganda por las condiciones de vida y pidió a los miembros de su delegación entregar sus pertenencias a su esposa.
De acuerdo con los reportes, el deportista seguía sometiéndose a test diarios estipulados en la normativa anticovid de Tokio 2020 y lo más recientes habían sido todos negativos.
Con información de EFE
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