Enfermedad generada por la presencia de algún coágulo, habitualmente de los miembros inferiores, que viaja por el sistema venoso, pasa por las venas del abdomen, llega a la parte derecha del corazón que recibe la sangre venosa de todo el cuerpo, para seguir su curso a través de la arteria pulmonar que llevará a la sangre para oxigenarse a ambos pulmones, luego entonces, el coágulo, sigue el cauce de la arteria pulmonar hasta llegar al sitio, donde por el tamaño del coágulo ya no pasará, obstruyendo el flujo de sangre, la oxigenación, el paso de nutrientes y finalmente desencadenando un infarto en la zona del pulmón que se queda sin irrigación.
Cuando el evento es agudo y llega el paciente al hospital en las primeras 6 horas, se puede aplicar un trombolítico que deshace el coágulo y puede desobstruir o destapar el sitio afectado, entre más rápido se haga el tratamiento (primeras 2 horas) mayor el éxito.
Jessica acudió a consulta después de 3 días, con el antecedente de consumir anticonceptivos, además de que, sin ninguna explicación, de un momento a otro, sentirse sin capacidad física para realizar actividades de la vida diaria, como bañarse, vestirse, caminar en casa, subir escaleras; lo anterior se asociaba a la sensación de opresión en el pecho, palpitaciones, falta de aire y agitación que se convertía en ansiedad hasta que se ponía en reposo.
Al acudir a consulta, expresó sus malestares, siendo evaluada por el médico quien encontró como datos taquicardia de 110 latidos por minuto, también se le midió la oxigenación en sangre con un oxímetro de pulso que reporta una oxigenación del 86-90%, cuando lo normal debe ser arriba de 92%.
El médico le comentó la posibilidad de que cursara con secuelas de una embolia pulmonar (TEP), sugiriendo que se internara para la realización de estudios, con la finalidad de descartar esta enfermedad.
Jessica tiene 34 años, no padece de insuficiencia venosa (várices), es muy joven para tener ateroesclerosis (placas de grasa en arterias), no tiene antecedentes de haber permanecido inactiva por largo periodo, es deportista y no padece ninguna enfermedad.
Hoy se siente mucho mejor que los días anteriores, se encuentra escéptica respecto al internamiento debido a que ya no tiene tanto malestar, al hecho de que tendría que cubrir el deducible de su seguro y el coaseguro del mismo, y a la circunstancia de que considera que se puede curar sin tratamiento ya que al parecer sea lo que sea ha mejorado sin la ayuda del médico.
Acepta hacerse los estudios sugeridos:
- Doppler de miembros inferiores para descartar una fuente de embolias en las venas de las piernas.
- Medición de dímero D, producto de degradación dela fibrina que en embolias se eleva a arriba de 500.
- Ecocardiograma para medir las presiones del corazón y verificar si no, aumentó, la presión en el interior del pulmón.
- Estudios de coagulación para descartar un proceso de tendencia a formar coágulos por procesos inmunológicos.
Al final del día se encuentra con coágulos en el sistema venoso de la pierna izquierda a la altura de la pantorrilla (70% de las embolias pulmonares se asocian a trombosis venosa y 50% de las trombosis venosas se asocian a tromboembolia pulmonar) , el dímero D es de 1000 (mayor de 500 sugestivo de TEP), la presión pulmonar se encuentra aumentada con un gradiente trans-valvular tricuspideo mayor de 50 (igual a presión elevada en el pulmón) y sin poderse aún aclarar la tendencia inmunológica a formar coágulos ya que los estudios se reciben en 5 días más.
Se envía a urgencias donde se canaliza y se inicia tratamiento anticoagulante, se llama al médico angiólogo para la colocación de un filtro de Greenfield en vena cava inferior, para evitar el paso de coágulos de las piernas hacia el pulmón nuevamente por el sistema venoso, se le instala oxígeno a 3 litros por minuto por puntas nasales, para compensar el déficit de oxigenación generado por la embolia y se le envía a angiotomografía o Angio-TAC con contraste, resultando con oclusión del 20% en pulmón derecho. Las pruebas inmunológicas reportan una tendencia anormal a formar coágulos, por lo que se clasifica como trombofilia, lo que obligará a un tratamiento permanente con anticoagulantes, además de que deberá estar al pendiente, de procesos inflamatorios como el Lupus o la posibilidad de desarrollar una tumoración primaria en algún lado de su cuerpo y ser esta una manifestación de un Síndrome por desarrollo de tumores malignos o para-neoplásico.
Su evolución ha sido satisfactoria, ahora esta conciente de su padecimiento y de los riesgos del mismo ya que una embolia mayor puede costar la vida al paciente en las primeras dos horas, o, dejar secuelas de gravedad con posibilidades de repetición.
Deberá mantener el tratamiento anticoagulante hasta nueva orden y acudir con el médico a vigilancia cuando menos 4 veces al año, además de tener las precauciones convenientes al uso de anticoagulantes.
Ha evolucionado de manera satisfactoria, sin embargo, deberá de estar alerta hasta que su médico lo considere pertinente.
Se calcula la incidencia de tromboembolia pulmonar en 500 mil casos anuales con una mortalidad del 2-10%.
Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo
Médico Internista
Presidente de EIMM
Fellow del ACP
Expresidente del CMIM
Hospital Angeles del Pedregal
Tel 56522375
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