El teatro es una disciplina artístico cultural que, a través de diferentes estrategias y herramientas, nos confronta con nosotros mismos, como sociedad y como individuos; “nos revela de manera frontal, casi sin filtros, quiénes somos”, afirma el director de Teatro UNAM, Juan Meliá.
Destaca que en diferentes épocas y mediante diversos formatos y tendencias, esta manifestación cultural ha recorrido variados temas que constituyen nuestro ser como colectivo, hasta nuestra individualidad.
“El gran reto del teatro, de las artes escénicas, es mantenerse siempre vivas, con un pulso creativo, custodiando la pertinencia y las experiencias de manera que se convoque al encuentro entre y con los diversos públicos, fortaleciendo la vida como comunidad y como gremio entre quienes los construyen día a día”, apunta en entrevista el artista visual.
Al ser un arte efímero, añade, tiene como memoria la palabra escrita. La dramaturgia ha sido su gran referente y, en ese sentido, en nuestro país no podemos dejar de pensar en el gran legado de Sor Juana Inés de la Cruz o de Juan Ruiz de Alarcón.
El de México, prosigue, está lleno de momentos emblemáticos y ha estado en constante transformación, pero es urgente pensar en qué teatro se hace actualmente y, sobre todo, preguntarse para quiénes.
Tenemos, recuerda, una cifra clara proporcionada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, a través de su estudio anual conocido como Módulo sobre Eventos Culturales Seleccionados (MODECULT), con respecto a la asistencia a estos espectáculos. Indica que solamente ocho por ciento de los mexicanos acudió al teatro durante 2022.
Si bien es un dato relevante, estoy seguro de que puede y debe aumentar; es tarea de todas las partes que conformamos el gremio, de la comunidad teatral nacional, lograrlo, subraya.
Con motivo del Día Mundial del Teatro -que se celebra el 27 de marzo-, el también académico y gestor especializado en artes escénicas destaca:
La UNAM, como uno de los proyectos culturales más relevantes del país, tiene una clara postura de cuidado y de atención hacia la disciplina teatral. El ámbito académico se atiende desde 1934, a través del Colegio de Literatura Dramática y Teatro (considerada la escuela en la materia más antigua de México), y después con la creación del Centro Universitario de Teatro, en 1962.
Desde el ámbito de la producción, promoción y puesta en temporada, mediante la Coordinación de Difusión Cultural, opera Teatro UNAM, dirección que es referente obligado de la historia del teatro mexicano y también una plataforma de la escena actual.
Las dos líneas de trabajo son complementarias y se potencian una a otra. En lo académico se ayuda a formar especialistas en las áreas de la disciplina, así como impulsar a docentes, investigadores y artistas a partir de la actividad de producción, programación y movilidad; es en donde nos vinculamos con la creación actual a partir de los diversos lenguajes y tendencias, señala.
Meliá recuerda que el Instituto Internacional del Teatro de la UNESCO estableció el Día Mundial de este arte en 1961; cada año invita a una personalidad del medio a nivel internacional a escribir un mensaje conmemorativo.
En este año, el Premio Nobel de Literatura 2023, el escritor y dramaturgo Jon Fosse, es el encargado de ofrecer el mensaje. Su texto, titulado “El arte es paz”, es un grito contra la guerra y enmarca al arte como espacio verdaderamente plural. En él menciona:
“El arte, el buen arte, consigue a su manera maravillosa combinar lo único y lo universal. Nos permite entender lo diferente –lo extraño, se podría decir– como universal. Al hacerlo, el arte rompe las fronteras entre idiomas, regiones geográficas, países. Reúne no sólo las cualidades individuales de cada persona sino también, en otro sentido, las características individuales de cada grupo de personas, por ejemplo, de cada nación.”
Meliá indica que el Día Mundial del Teatro recuerda lo esencial que es trabajar para mejorar las condiciones laborales dentro de la disciplina, procurar la producción y su acompañamiento en las instancias públicas, y continuar construyendo un proceso horizontal, equitativo y solidario como comunidad de las artes escénicas.