La coalición entre el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN) en Coahuila se rompió, exponiendo acuerdos cupulares entre Marko Cortés y Alejandro Moreno para el reparto de candidaturas en la elección de 2023. Esta ruptura ha causado tensiones en la alianza nacional.
El gobernador Manolo Jiménez calificó como «increíble» lo que Cortés hizo a los panistas coahuilenses. A pesar de la ruptura, Jiménez aseguró que los acuerdos se mantendrán con el panismo local, que se rebeló ante su dirigencia nacional.
El PRI registró su alianza con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) para la elección en las 38 alcaldías de Coahuila, dejando fuera al PAN. Sin embargo, invitó a los panistas a sumarse.
Marko Cortés, líder del PAN, exigió respetar el acuerdo de que su partido postularía por la alcaldía de Torreón. En respuesta, Alejandro Moreno informó que el PRI abrirá espacios federales para el PAN en Coahuila y en la Ciudad de México.
El gobernador Manolo Jiménez lamentó la postura de Cortés, calificándola como una falta de respeto a sus propios compañeros panistas en Coahuila. A pesar de la ruptura, el gobernador reiteró su compromiso con el panismo local.
El senador del PAN, Damián Zepeda, criticó los acuerdos de Cortés en Coahuila, calificándolos de «indebidos e inmorales». Mary Telma Guajardo, dirigente del PRD en Coahuila, acusó a Cortés de desestabilizar la alianza.