Un grupo de activistas radicales tiñó de naranja algunos de los edificios y construcciones más emblemáticas de Londres, a modo de protesta para detener el consumo de gas y petróleo.
Algunas de las estructuras dañadas fueron las fachadas del ministerio del Interior, el MI5 (Servicio de Inteligencia Nacional), el Banco de Inglaterra y la sede del grupo mediático News Corp.
«Estos edificios fueron elegidos porque representan los pilares que sostienen y mantienen el poder de la economía de los combustibles fósiles, el gobierno, la seguridad, las finanzas y los medios de comunicación», declaró el grupo ecologista Just Stop Oil mediante un comunicado publicado en Twitter.
A todo esto, las autoridades informaron a los medios que tras el altercado causada por este grupo, al menos 6 personas fueron detenidas.