España superó el lunes a China en el número de infectados por coronavirus, mientras el gobierno endurecía las restricciones sobre una población que entra en su tercera semana de uno de los confinamientos más estrictos de Europa.
El número total de infecciones en el país subió a 85.195 el lunes, por encima de los 81.470 registrados en China, donde se originó la enfermedad. La cifra de 812 fallecidos sumada en esta jornada elevó la cantidad de muertos por el virus en España a 7.340.
Pese a todo, tras alcanzar un crecimiento del 20% el pasado miércoles, el ritmo diario de nuevos casos ha ido bajando al 18% el jueves, en un 14% el viernes, el 12% el sábado, el 9% el domingo y el 8% del lunes, según la doctora María José Sierra, del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.
«Estos datos hay que tomarlos con muchísima cautela porque tenemos que ir consolidando la información que nos va llegando estos últimos días, pero realmente es lo que esperábamos con estas medidas de distanciamiento total tan importantes», dijo Sierra, que sustituyó al jefe del dispositivo de emergencias, Fernando Simón, que dio positivo por COVID-19.
Madrid guardó un minuto de silencio por las víctimas de la pandemia e hizo sonar el «Adagio para cuerdas» de Samuel Barber en los altavoces del municipio, mientras la bandera regional, la de España y la de la Unión Europea ondeaban a media asta.
El gobierno anunció que impondrá límites a los precios de los funerales, tras reportes que indicaron que los sepultureros se estaban aprovechando del aumento de la demanda.
El gobierno izquierdista se mueve en una delgada línea entre sus esfuerzos por frenar la propagación de un virus que ha desbordado su sistema de salud pública y la preservación del empleo en un país con la segunda mayor tasa de desocupación de Europa.
El Ejecutivo dio 24 horas extra a las empresas para que suspendan sus operaciones y a partir del martes parará toda la actividad que no sea considerada esencial.
Los líderes empresariales criticaron las acciones del gobierno y dijeron el fin de semana en un comunicado que las medidas «van a generar un enorme impacto sin precedentes» en la economía española y podrían «llevar a una crisis más profunda de la economía que podría llegar a ser social».
No obstante, en un ejemplo de cómo algunas partes de la economía están floreciendo mientras la gente se queda en sus casas, la cadena de supermercados Dia dijo el lunes que contrató a mil personas para lidiar con el aumento de la demanda de pedidos por internet.
Información de Reuters