El rapero Sean «Diddy» Combs, de 54 años, continúa en el ojo del huracán tras las graves acusaciones de tráfico y abuso sexual en su contra. Un juez ha fijado su juicio para el 5 de mayo de 2025, coincidiendo con la célebre Met Gala de Vogue, un evento del que alguna vez fue protagonista pero que ahora contrasta con su situación actual.
Desde el 17 de septiembre, Combs ha permanecido recluido en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, tras ser negada su libertad bajo fianza en tres ocasiones. El Departamento de Seguridad Nacional lo ha mantenido bajo investigación desde hace meses, lo que ha ensombrecido la imagen que el rapero construyó a lo largo de los años como un ícono de la moda y el entretenimiento.
En un giro irónico, la próxima exposición del Costume Institute del Museo Metropolitano de Arte en Nueva York, titulada «Superfine: Tailoring Black Style», aborda la importancia de la moda en la identidad negra. Un tema que encajaría perfectamente con la imagen pública que Combs promovió durante años, pero que ahora contrasta con el declive de su reputación. En lugar de ser invitado especial, como en el pasado, el año pasado el Met Gala le retiró su invitación en medio de la investigación federal.
A pesar de todo, el rapero ha sido visto relajado en la corte de Manhattan, apoyado por su familia, incluida su madre y seis de sus siete hijos. Pero su futuro parece incierto. Las investigaciones avanzan, y su carrera, que alguna vez brilló en los escenarios y pasarelas, podría verse completamente empañada si se confirma su culpabilidad.