La boxeadora de Monterrey Alma Ibarra se enfrentaba a Jessica McCaskill, campeona estadounidense de los cuatro principales títulos mundiales en la división welter femenino, y estaba dispuesta a darlo todo, pero en el segundo 10 del cuarto round las cosas cambiaron.
En la esquina de la retadora se veía la desesperación tanto de la púgil mexicana como de su entrenador, cuando Alma comenzó a gritar: «¡no, no yo solo quiero llegar con mi hijo a la casa!», palabras que llamaron la atención del referee quien se acercó para ver qué era lo que sucedía, decidiendo con esto dar por terminada la pelea.
Así fue como terminó la contienda dando el triunfo a la estadounidense McCaskill quien ganó por nocaut técnico.