¡Qué revuelo se armó este fin de semana! Una lista falsa sobre qué alimentos sí se pueden llevar al cine empezó a circular en redes sociales, y miles de usuarios se emocionaron pensando que por fin podrían traer comida de casa para evitar esos precios exagerados de las salas.
Algunos hasta pensaron que ya no tendrían que esconder sus snacks en cajas de zapatos o en bolsas, pero ¡ZAZ! La Profeco salió a desmentir todo esto.
La verdad es que la Profeco aclaró que NO hay ninguna lista oficial que permita ingresar alimentos al cine. ¿Qué sí se puede? Lo que cada cine decide permitir.
Cuando compras tu boleto, estás aceptando las reglas del lugar, así que si el cine dice «solo nuestros nachos y refrescos», ¡pues así es! Si no te gusta, mejor busca otro cine que no te ponga esas restricciones.
Y ojo, que aunque la Profeco dice que no se puede negar el acceso por género, religión, o preferencias, los cines tienen derecho a imponer sus propias reglas, así que si el cine no quiere que lleves tu comida, ¡simplemente respétalo o cambia de cine!
Esto es parte de lo que dice el boletín:
«El titular de la Procuraduría, Iván Escalante Ruíz, explicó que, al momento de comprar un boleto para ingresar a ver una película, las personas consumidoras se adhieren a un contrato en donde se establecen los términos y condiciones de cada establecimiento.»
“Si en el contrato de adhesión o en las condiciones está que no puedes ingresar con alimentos, tienes que cumplir con ese contrato, si no, finalmente, no vayas a ese cine, ve algún otro que no tenga esta limitación; entonces, revisar mochilas, es ilegal; pedirle que enseñe el contenido de la mochila o del bulto o el paquete pactado a voluntad, está bien, sí se puede hacer, pero de ningún motivo obligar al consumidor a hacerlo”
¿Qué dice la ley Federal de Protección al Consumidor?
“Queda prohibido a cualquier proveedor de bienes o servicios llevar a cabo acciones que atenten contra la libertad o seguridad o integridad personales de los consumidores bajo pretexto de registro o averiguación”.
Así que si eres de los que anda con mochila, no te preocupes, los cines no pueden revisarla sin tu consentimiento. Pero si te cachan comiendo tus alimentos traídos de casa dentro de la sala… ¡adiós película!