Una enfermera ha generado una hola de aplausos y felicitaciones en las redes sociales, pues en el mero día de su boda, en la fiesta para ser precisos, «abandonó» a sus amigos e invitados (y al novio por supuesto), para ir a aplicarle unos medicamentos a un paciente, esto después de que recibiera una llamada telefónica.
Sucedió en el rancho de «Las Flores», en el municipio de Paraíso, Tabasco y el nombre de la enfermera es el de Yazmín Domínguez, quien obviamente, Yazmín se disculpó con los presentes en su fiesta, fue a atender a su paciente y minutos después regresó a convivir de nuevo y retomar el festejo de su boda.
A pesar de que bien pudo haber dicho que no podía asistir porque se estaba casando, decidió ser toda una profesional.
¿Saben que es lo curioso? ¡Que nunca se quitó su vestido de novia!