Los jugadores de soccer tienen una mala fama de ser «muy delicados» por caerse al menor contacto y hacer un drama como si les hubieran cortado las piernas.
Sin embargo todos los clavados que hayas visto anteriormente son simples gestos en comparación de la gran actuación del jugador húngaro Danko Lazovic quien, luego de ser desplazado en una jugada, rueda y se convulsiona como salmón fuera del agua.
¿Cómo estaría el drama que hasta su propio entrenador le pide que «le baje»?