La organización criminal utilizaba publicidad de una empresa de seguridad inexistente para atraer personas en busca de empleo y obligarlos a trabajar como sicarios o dealers.
La Fiscalía General de Jalisco, explicó que el cártel repartía volantes en municipios de Tlaquepaque y Puerto Vallarta a nombre de la empresa Segmex, que ofrecía puestos de escoltas o guardias de seguridad por 3 mil pesos semanales.
Tras denuncias anónimas, la fiscalía detuvo a trece personas, una de las cuales se dedicaba al reclutamiento.
Con información de El Universal