En 2021 un grupo de jóvenes nahuas de Guerrero lanzó una canción titulada Xochitlajtoli. Lo que empezó como un proyecto escolar se convirtió en un fenómeno inesperado. El tema, escrito y cantado completamente en náhuatl, se viralizó en plataformas digitales y comenzó a despertar un interés renovado por la lengua indígena más hablada del país.
El video sumó miles de reproducciones. Jóvenes de otros estados comenzaron a imitar su estilo y a grabar versiones propias. Docentes lo adoptaron como herramienta en clases de lengua indígena. Incluso comunidades que habían dejado de hablar náhuatl retomaron expresiones básicas inspiradas por la canción.
Xochitlajtoli demostró que la música puede abrir puertas donde la política cultural no siempre logra entrar. También evidenció que las lenguas indígenas no están condenadas a desaparecer. Hoy se escuchan en estudios caseros, escuelas rurales y playlists urbanas. La canción se convirtió en un recordatorio de que el idioma vive mientras alguien lo habla, lo canta y lo comparte.

