Del desastre al olvido

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El 19 de septiembre de 1985 es la fecha más recordada por todos los mexicanos en cuanto a sismos por los recuerdos imborrables de edificios derrumbados y las más de 10,000 personas fallecidas. Fue un punto de inflexión en la historia de la Protección Civil de nuestro país con la creación de instituciones como CENAPRED y mejoras en los reglamentos de construcción; sin embargo, otras fechas que albergaron sismos importantes y mortales comienzan a olvidarse año con año.

El 18 de abril de 2014, fue el último sismo de magnitud importante (7.2) que se sintió en el país y desde entonces 3 años son suficientes para que la sociedad se confíe; es por ello que siempre he enfatizado -en otras publicaciones- que la memoria colectiva es de muy corto plazo. Esto lo puedes comprobar anotando una lista de los sismos de los que tienes memoria y pregunta a alguien más lo mismo, notarás que los recuerdos que no coincidirán.

Estos son algunos de los sismos importantes de los que ya nunca más se habla porque, en apariencia, el desastre se superó y la huella de los daños fue borrada.

  • Los sismos de 1999. El primero (imagen portada), ocurrió el 15 de junio con epicentro unos cuantos kilómetros al sur de Tehuacán, Puebla, con una magnitud de 7.0 ocasionó al menos 20 muertos en total: algunos en el DF, en la capital poblana, iglesias escuelas y hospitales sufrieron graves daños. El segundo, ocurrió el 30 de septiembre la zona de Puerto Escondido, Oaxaca, con una magnitud de 7.5 ocasionando la muerte de por lo menos 50 personas.
  • El sismo de 1995 es apenas una décima menor que el sismo de 1985 M8.0, causó grandes destrozos en Manzanillo. La cifra de fallecidos por este sismo llegó a los 50 y produjo un Tsunami de al menos 4 metros.
Imagen: tsunami de 1995 en La Manzanilla, Jalisco.

Estos primeros tres sismos -sin contar los de Ometepec (2012 – 7.4), Petatlán (2014 – 7.2)- son históricamente recientes y hay mayor probabilidad de que aún estén presentes en el recuerdo de las personas, pero no así con los siguientes sismos porque probablemente ya no se encontrarán testimonios de estos eventos.

  • El sismo del 28 de agosto de 1973, tuvo su epicentro cerca de Ciudad Serdán Puebla y con magnitud 7.3. No solo afectó severamente este municipio poblano, Orizaba fue una de las ciudades más dañadas por el sismo y causó la muerte de más de 3,000 personas por lo que es el segundo sismo más mortífero en México después del sismo de 1985.
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  • El sismo del 3 de junio de 1932 es el segundo sismo más grande del siglo XX con una magnitud de 8.2 superando al sismo de 1985 por una décima, con epicentro entre los estados de Jalisco y Colima, se le conoce como el sismo de Barra de Navidad, causó al menos 300 personas fallecidas.
  • El sismo del 19 de noviembre de 1912 con epicentro en Acambay, Estado de México, tuvo una magnitud de 7.0. Es el sismo de magnitud más importante con el epicentro más cercano a la Ciudad de México a tan solo 90 km de distancia; causó grandes daños en la Ciudad de México y Estado de México.
  • El sismo del 14 de enero de 1903, con una magnitud de 8.3, con epicentro en los límites de Oaxaca y Chiapas, es el sismo más grande que se ha registrado en las últimas décadas para la zona sur de México.
  • El sismo de 1787, es el sismo más grande del cual se tenga registro en México. Se estima que su magnitud fue de 8.6 de acuerdo a las evidencias de un gran tsunami que ingresó hasta 6 km en las costas de Oaxaca en lo que hoy es Puerto Ángel.

Casi por regla general, si un sismo no tiene mayor efecto en Ciudad de México, con unos pocos años el desastre causado habrá quedado olvidado. Sabiendo que México es un país altamente sísmico, es por ello que la prevención juega un papel fundamental, si bien no podemos eliminar todos los riesgos asociados a un sismo (porque intervienen muchos factores humanos), sí podemos reducir la vulnerabilidad mejorando las construcciones y conociendo las medidas y protocolos de seguridad.

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Imagen: mapa del Instituto de Geofísica de la UNAM con los últimos grandes sismos en México.

México debería tener una sociedad resiliente con todos los desastres documentados: un sismo ya no debería sorprendernos, debemos asumir la responsabilidad de revisar las estructuras que habitamos, respetar las normas de construcción, notificar posibles daños a Protección Civil de cada localidad, consultar con especialistas para mejorar las condiciones de nuestras casas y también por nuestra cuenta, detectar riesgos potenciales como objetos que puedan caer y obstaculizar la evacuación.

No nos perdamos en nuestras rutinas, sabemos que vivimos en zonas vulnerables y que sólo con prevención podremos regresar rápidamente la vida cotidiana de nuestro país, luego de los desastres que van a seguir azotándonos, que esperemos, no cobren más víctimas, pero eso sólo depende de la voluntad de todos.

La prevención es tema de todos los días y no de cada vez que sentimos un sismo o en aniversarios con simulacros. La memoria colectiva siempre será importante para poner en una justa dimensión que México es un país altamente sísmico, volcánico y que es azotado cada año por ciclones tropicales.

P.D.- consecutivamente las tormentas tropicales “Beatriz” y “Calvin” azotaron a Oaxaca en menos de dos semanas; han dejado daños importantes en algunos caminos y también se han reportado personas fallecidas por deslizamientos de tierra producto de suelos saturados con mucha agua lo cual nos recuerda, y lo mencioné anteriormente http://sp2018f01szjd.wpengine.com/colaboradores/alvaro-velasco/riesgos-por-ciclones-tropicales-no-solo-en-las-costas/, que los ciclones no solo amenazan poblaciones costeras sino poblaciones al interior.

Atentos Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas: una zona de baja presión estaría formándose al finalizar esta semana en el Mar Caribe y estaría desarrollándose al encontrar aguas muy cálidas en el Golfo de México. Por lo menos eso ha estado mostrando el modelo GFS y debemos tomarnos con reserva pronósticos a largo plazo los cuales siempre tendrán mayor incertidumbre.

¡Opina, comparte y súmate a la prevención!

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