Erika de 26 años, se despertó ayer por la mañana con una rara sensación de opresión en la región baja de la espalda del lado derecho, conforme iba despertando el malestar se agudizaba cada vez más, se dio cuenta ahora que el dolor no solo estaba en la espalda sino que también se irradiaba a la región anterior del abdomen del mismo lado, pensó que se trataba de una mala posición en la cama durante la noche o de un recargo intestinal por la distensión abdominal que presentaba y que le hacía sentir incómoda; mientras era presa de estas disertaciones súbitamente apareció un terrible dolor en toda la zona (espalda y abdomen) agudo, cólico y punzante, intenso (en una escala de 0-10) llegaba a 10 sin problema, acompañando el dolor sitió un deseo irrefrenable de vomitar, para luego presentar el vómito de manera incontenible. Esto no mejoró la situación, al contrario la empeoró.
La familia se debatía en si se trataba del consumo de un alimento en mal estado de conservación o contaminado, cuando súbitamente se presento de nuevo ahora con intensidad mayor de 10, gritaba y pedía ayuda, su madre le proporcionó un analgésico, luego su padre le dio otro, para después ser medicada nuevamente por 3a vez sin lograr el objetivo de mitigar el dolor ni siquiera en pequeña proporción en el lapso de una hora. Las oleadas de dolor se repetían y dejaban la zona adolorida, la nausea y el vómito no se hacían esperar. Fue entonces que Erika le dijo a su marido que lo que estaba pasando se salía de cualquier antecedente de dolor y de cualquier intensidad previa vivida, que por favor la llevara el médico.
A su arribo al hospital el padre entregó una estudios de 15 días antes donde se observaban glóbulos blancos en la orina y abundantes bacterias, sin embargo Erika no tenía ni tuvo manifestaciones urinarias (ardor, frecuencia, urgencia) en días previos al estudio ni en días posteriores, pero si, en efecto se tomó los estudios por un raro malestar, sordo en la región lumbar de una semana de evolución y que iba y venía, sin ser francamente un problema, pero sin desaparecer.
A su ingreso después de explorarla, corroborar que el examen de orina era normal, verificar que no existía fiebre y detectar el cuadro de dolor en región lumbar cólico intenso, irradiado en el abdomen, sin cuadro de diarrea, sin manifestaciones urinarias y de gran intensidad, acompañado de nausea y vómito, se sospechó la presencia de una piedra en la vías urinarias.
Fue enviada a ultrasonido donde se constató una obstrucción en las vías urinarias, en la unión del riñón con el uréter (tuvo que lleva la orina a la vejiga desde el riñón), detrás de la obstrucción se observaba la vía renal dilatada de manera importante (3 veces el calibre normal).
Posteriormente se hizo una urografía con tomografía la cual revelo un cálculo, lito o piedra renal en el sitio, no muy grande y que se había desplazado del sitio inicial hasta la entrada a la vejiga del lado izquierdo.
Unas horas después Erika atenta a las indicaciones pudo observar la presencia del cálculo al orinar.
En los estudios realizados se pudo confirmar el contenido de calcio de la piedra, la existencia de más piedras pequeñas en ambos riñones y el alto porcentaje de calcio en la orina.
Se sabe que entre 240 000-720 000 personas cursan con esta enfermedad en USA cada año, que son más afectados los hombres en proporción de 2.5 a 1, las edades más frecuentes son de los 30 a los 50 años.
la composición de los cálculos por lo general es a base de múltiples cristales (oxalato de calcio, fosfato de calcio, , magnesio amonio y fosfato juntos; ac úrico y cystina) siempre predominando alguno de estos elementos.
El 85% de las piedras son de calcio y por lo tanto radio-opacas a la visión en Rx; las de ácido úrico son radiolúcidas vista en una radiografía simple de abdomen . En pacientes deportistas, residentes de zonas calurosas y húmedas donde se suda mucho la presencia de piedras es muy frecuente, sabemos que la población en general no cumple con el consumo diario de agua natural que va de 2.5 a 3 litros por día, quedando muy por debajo el consumo de la recomendación internacional y colocando a México como un país donde se desconoce la importancia del consumo de agua natural. (48% de los niños encuestados en las primarias fueron reportados con deficiente hidratación durante sus labores escolares en México).
Las dietas altas en proteínas y sal se asocian a la presencia de piedras en el riñón. En el caso de Cistinuria y acidosis tubular procesos patológicos donde se observan piedras en el riñón, existe un factor hereditario indiscutible.
En un porcentaje aproximado de 90% los pacientes presenta sangre en la orina o por lo menos glóbulos rojos en el examen general de orina. Se puede observar la presencia de bacterias y en algunos casos infecciones. El PH de la orina alcalino se observa en casos de cálculos de struvita; PH ácido en casos de cystina y ac úrico.
El estudio de los contenidos de cristales en orina que se hace en la colección de 24 horas, así como del PH, puede orientarnos para la determinación indirecta de los contenidos de la piedra.
El tratamiento se encamina a la eliminación del cálculo, muchos de los cuales son expulsados de manera espontanea y sin necesidad de tratamientos especiales salvo el control del dolor. En otros casos se usan sondas transuretral que se dirigen hacia el cálculo y lo extraen con canastillas, o lo pulverizan con laser; la litotripsia o tratamiento con ondas de ultrasonido es una opción para muchos casos que ayuda a fragmentar los cálculos sin ser invasiva. La cirugía se deja para casos especiales en los que la piedra no puede salir y está generando destrucción de las vías urinarias o el riñón.
Indudablemente que este es un problema complejo que si no es tratado de manera integral con educación, dieta, hidratación, medicamentos y restricciones o promociones en los alimentos y substancias que modifican el PH, se volverá a repetir.
Bibliografía
Current Medical Diagnosis and Treatment. McGrawHill. 2014
Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo
Médico internista
Hospital Angeles del Pedregal
Consultorio 717 Torre Angeles
tel 5554077622
www.dralejandrocardenas.com