La enfermedad diverticular del colon se incrementa entre 35% al 55% en personas de más de 70 años, de ellos del 15-25% padecen diverticulitis (inflamación aguda de los divertículos). Esta inflamación aguda se clasifica en grado del I al IV, donde III-IV corresponde a la perforación de un divertículo con formación de un absceso. Los grados III-IV de la clasificación de Hinchey se tienen también una mayor taza de complicaciones (entre 25-75%) y una mortalidad de 2 al 30%
Estos dos últimos casos son los que más desconciertan a los médicos que se debaten en la forma de tratar el problema, existiendo dos corrientes principales para el manejo.
- Lavado de la zona en una cirugía abierta, con colocación de una colostomía (el colon se conecta a la pared del abdomen y se vacía en una bolsa.
- Lavado cerrado en una cirugía laparoscópica (la que se hace por unos orificios a través del abdomen) y que es mucho menos invasiva sin necesidad de dejar colostomía.
Se estudiaron dos grupos que fueron asignados a estos dos procedimientos para determinar cuál de las dos formas de tratamiento daba mejores resultados y menos complicaciones (necesidad de volver a operar por mala evolución).
43 pacientes se sometieron a cirugía laparoscópica después de diverticulitis con perforación y absceso.
40 pacientes en la misma circunstancia fueron sometidos a cirugía abierta y realización de colostomía.
Se les hizo un seguimiento de 372 días. 12 de los 43 en cirugía laparoscópica tuvieron que reoperarse en el lapso de 12 meses vs 25 de cirugía abierta con colonoscopía.
La hospitalización se redujo en 45% en el grupo de laparoscopica comparada con el grupo de cirugía abierta.
Se concluye que el lavado a través de cirugía laparoscópica reduce la necesidad de reoparar a los pacientes, además de que no necesita dejarles colostomía (abertura en el abdomen) y el tiempo que tiene que ser hospitalizados es menor.
Las personas que padecen de enfermedad diverticular del colon por lo general no tienen molestias, pueden vivir inclusive sin darse cuenta de la enfermedad, que con frecuencia se asocia a el estreñimiento.
La forma más frecuente de identificar esta enfermedad es accidental, en un estudio radiológico por otros motivos o durante un cuadro de colitis que puede estar relacionada con una inflamación de los divertículos.
El cuadro clínico habitualmente se caracteriza por dolor en lado izquierdo y bajo del abdomen, persistente, asociado a trastornos del ritmo intestinal (puede haber diarrea al inicio y luego estreñimiento), se presenta fiebre y el estado del paciente se deteriora rápidamente si hay formación de absceso, con un dolor progresivo e intolerante.
Es muy frecuente que el paciente retrase la llegada a la revisión con el médico pensando que se trata de algo irrelevante, sin embargo, el empeoramiento del cuadro es rápido y de forma muy agresiva, ya que se vierte parte del contenido del colon el peritoneo (peritonitis) y las molestias abdominales con la incapacidad progresiva se hacen patentes.
La dificultad para ingerir alimentos, la fiebre, la deshidratación, la invasión de bacterias al peritoneo y al torrente sanguíneo deterioran tanto al paciente que le restan posibilidades de tener una buena evolución.
El tratamiento siempre debe ser en un hospital, con quirófano y servicios de terapia intensiva ya que pueden ser requeridos por el tipo de evolución del paciente.
Indudablemente que la tendencia es que el paciente sea intervenido por método laparoscópico parta el lavado peritoneal, lo que indudablemente dará mejores resultados a la evolución del mismo.
Si padeces de malestares abdominales principalmente dolor en la zona izquierda del abdomen de la mitad hacia abajo es importante que vayas a revisión con tu internista.
Bibliografia
Ann of Int Med. Feb 02 2016.
Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo
Medicina Interna
Hospital Ángeles del Pedregal
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Hospital Ángeles del Pedregal