Es sorprendente darse cuenta como la hidratación que es tan relevante en la función orgánica y para la calidad de vida de los seres humanos, no se lleva a cabo de manera adecuada e inclusive, existe un desconocimiento de sus principios básicos en la mayoría de la población y en los proveedores de servicios para la salud.
La hidratación tiene que ver con el metabolismo del cuerpo humano, es indispensable para que se mantenga la presión, inevitable en la actividad física y definitiva para sobrevivir.
El agua constituye entre el 50-70% del peso corporal total, el organismo diario recambia del 5 al 10% de su contenido de agua en pérdidas insensibles (450 a 2000ml/día), por orina 500-1000 ml/día, en las evacuaciones de 150 ml/día, pérdidas al respirar 300 ml/día; por otro lado genera 300-500 ml de agua por día, si sumamos y restamos se recambia un total de 1300 a 3400 ml diarios de agua.
Desde luego que se deben considerar las pérdidas de agua por actividad física, que pueden ser de 500 ml hasta 4 litros por día dependiendo del tipo, intensidad y duración de la misma. El ejercicio físico gasta aproximadamente un promedio de 1500 ml a 7 litros/día. Debemos recordar que para que el ejercicio beneficie a una persona y no genere desequilibrio en los potenciales de oxidación y acidez sanguínea se debe tener un óptima hidratación por lo que antes de iniciar la actividad se deben de ingerir no menos de 500 ml de agua natural y durante la misma se debe de incluir un promedio de 30 a 250 ml cada 15 minutos dependiendo de la intensidad, tipo y duración del ejercicio físico o del deporte realizado. Recordemos que cuando se pierde agua promedio entre 5 a 10% de volumen estamos hablando de un proceso de deshidratación moderada a grave donde el signo prominente es la taquicardia y desde luego la sed. Si la pérdida rebasa del 10% se considera grave y la baja de presión arterial anuncia la severidad en la que se encuentra el paciente.
Cuando una persona pierde 500 ml (15% de volumen total) de sangre lo tolera bastante bien, de hecho es lo que dona alguien en caso necesario. Si el déficit es mayor 15-30% (750 ml a 1500 ml) aparece taquicardia en reposo, sin embargo si inicia actividad física se agrava la situación y aparece la dificultad respiratoria. Si la pérdida de sangre es mayor (30%) de 1500 ml el paciente tendrá una severa baja de presión y un estado descrito como de choque que amerita hospitalización.
Un ser humano tiene 80 ml por cada kg de peso es decir una persona de 50 kg tiene 4 litros o para mayor exactitud, se debe dividir el peso por ejemplo 80 kg entre 13 el resultado es el volumen total de sangre (sería en el primer caso de 6.4 litros y en el segundo de 6.15 litros).
Lo que llama la atención es la estadística reportada del INP (Instituto Nacional de Pediatría) y del Hospital Infantil de México Federico Gómez, donde un estudio realizado reporta un promedio de deshidratación de la población infantil del 48%, lo que resulta alarmante, porque nos coloca entre los países con menor consumo de agua natural en el mundo y por otro lado, uno de los países con mayor consumo de agua azucarada en el mundo ( la OMS recomienda máximo 10% de azúcar en las bebidas por día), México consume un promedio de 28% de sus calorías en la dieta diaria que es mucho más del doble de lo recomendado.
Una persona promedio por día debe consumir 50 ml de agua por kg de peso o sea, si pesas 50 kg, debes consumir cuando menos 2500 ml de agua diarios, más lo que se requiera por actividad física y/o ejercicio.
Si una persona no está bien hidratada su capacidad de memoria, acuciosidad, manifestaciones cognitivas (funciones mentales superiores), aprendizaje, energía y desempeño físico se encuentra por debajo de lo normal, por lo tanto debemos asegurar la hidratación desde el momento de despertar por la mañana y asegurarla durante todo el día.
Ocho vasos de 300 ml al día suman 2400 ml puede ser una buena referencia, debemos incitar a los niños y a los adultos a consumir agua natural, sobre todo a los ancianos que pierden el mecanismo de la sed.
En el balance de líquidos y la conservación de la hidratación intervienen, la piel, los pulmones, los riñones, el metabolismo, la sed, el hipotálamo, la hipófisis, los receptores de presión, los de osmolaridad (grado de concentración de partículas con relación al agua en la sangre o líquidos del organismo) y los receptores de concentración de sodio del corazón. La humedad y temperatura del medio ambiente así como la ropa influyen en esta condición de pérdida de líquidos o su conservación.
Como ven el proceso es laborioso, complicado pero muy, muy, eficiente.
El consumo de líquidos diario incluye desde luego todos los productos con este contenido como son agua natural, bebidas carbonatadas (refrescos), jugos de fruta, jugos de verdura, néctares, leche, bebidas deportivas, yogur, té, café, sopas o consomés y por último, frutas y verduras. Esto permite con mucha variedad completar los requerimientos del organismo con versatilidad, sin embargo el agua natural debe ser el elemento preponderante.
Existe controversia de cuando en el deporte se deben consumir las bebidas hidratantes con electrolitos y glucosa; la información apunta al hecho de que si ingerimos agua en la primera hora puede ser suficiente para la hidratación, si el ejercicio es leve a moderado en la segunda hora se puede utilizar agua, sin embargo si el ejercicio es intensivo puede usarse bebida deportiva después de la primera hora. Esto se sustenta en el hecho de que en el estómago e intestino se encuentran suficientes electrolitos que al combinarse con agua pueden reponer con agilidad lo perdido.
De cualquier manera invitamos a toda la población a ingerir agua natural y disminuir sustancialmente las bebidas azucaradas, el agua es el sustituto ideal para reponer un nivel adecuado de hidratación.
Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo
Medicina Interna
Presidente de Exercise is Medicine México
www.exerciseismedicine.org.mx
Hospital Angeles del Pedregal
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